Hace unos días fuimos mi amigo Cisco y yo a pasar un día de pesca a Tous. Los días anteriores habían sido buenos en términos meteorológicos y el anticiclón nos había acompañado durante varios días. Cuando llegamos al embalse un viento moderado nos sorprendió, y nuestras baterías sufrieron las consecuencias a lo larg odel día.
Nos dirigimos aguas arriba del río Júcar en contra del viento, parando en la primera récula que nos encontramos para resguardarnos del viento y del frío. El agua estaba a 12.5 ºC sorprendentemente elevada para la época del año, y si la comparamos con la de años anteriores cuando en estas fechas el agua suele estar en 10ºC. Definitivamente, esto se notó en la actividad de los peces que dieron la cara.
Empezamos pescando con pikies y jigs, típicos señuelos de la época del año en que nos encontramos, dándonos los primeros buenos peces.
Estos peces rechonchos dieron 2.2kg y 2.3 respectivamente. Luego sacaríamos otro más, todos sacados en coberturas y no excesivamente profundos para la época del año.
Seguimos aguas arriba, en contra del viento, y la siguiente récula daría a Cisco dos muy buenos peces separados escasos 5 metros uno del otro, para flipar.
Como se puede ver en la foto, la cara de Cisco irradiaba felicidad por los cuatro costados. Estos peces eran tampoco eran pequeños y superan los 2kg.
Seguimos subiendo un poco más, para buscar algún lucio en los cortados, pero ni olerlos. Seguramente el tiempo anticiclónico pueda explicar este comportamiento tan apático del lucio. Con miedo de quedarnos sin baterías en la vuelta, nos cambiamos de orilla. Comimos tranquilamente tomando el sol y reanudamos la actividad pesquera.
Nos ubicamos sobre una punta, donde fallaría un pez en primera instancia y en una segunda picada lo clavé pero se me escapó al lado del barco. Cisco también hacía de las suyas y en ese mismo punto, pero pescando más profundo sacaría un bass que estaba rollizo.
El repaso de Cisco estaba siendo importante y con mi cargo en el club, no me lo podía permitir. Así que echando de casta de pescador curtido en una y mil batallas, saqué dos peces sobre esa misma punta con un jig. Aquí os dejo la foto del mayor de ellos para vuestro disfrute.
Ya se hacía tarde y el sol empezaba a ponerse tras las montañas, así que ibamos pescando con prisas. En un momento dado lanzamos a un árbol sumergido, fallando Cisco y yo nuestras respectivas picadas. Una auténtica lástima porque ese pez era bueno.
Poco después sacaría un luciete de medio kilo y Cisco en una pequeña récula se le escaparía uno de esos que dan miedo. Uno de esos que te pican y en lugar de buscar una cobertura cercana, buscan aguas abiertas para la lucha seguros de sí mismo. No lo pudimos ver, ese bass le ganó la línea a Cisco y nos quedamos con las ganas.
Cuando ya pensaba que estaba todo el pescado vendido, Cisco tras fallar una picada, me sorprendió con otro bass de los buenos. Este Cisco es una máquina.
Esto fue lo que deparó nuestra jornada de pesca invernal en Tous volviendo a la rampa de botadura entre dos luces y con las baterías bajo mínimos, pero con muy buenas sensaciones y ganas de repetir.