Este finde del club fue realmente especial por la cantidad de socios que asistieron con sus familias al evento. Aproximadamente entre 40 y 50 personas nos reunimos en Kiko Park para disfrutar de un finde de hermandad.
Algunos compañeros asistían con sus familias y adelantaban su instalación en Kiko Park al viernes.
Sin embargo, no iban a desperdiciar la ocasión de dar cuenta de una botella de ginebra antes de irse al catre.
De esta forma, el sábado por la mañana a primera hora ya pudieran estar pescando, mientras su familia dormía plácidamente en la cabaña.
La jornada de pesca fue escasa y la única evidencia fue aportada por David.
Mientras tanto nuestro Presi se quedaba sin embrague (el que avisa no es traidor) y mandaba el coche de vuelta a casa en la grúa.
Juanito se desenvolvía como pez en el agua en esta situación que tantas veces había ensayado.
Menos mal que Fede venía por detrás como coche escoba para recoger víveres y atender a los naúfragos.
También hay de los que aprovecharon para volver a comer con la familia a mediodía y crear afición por la tarde en los que empiezan.
Ya de vuelta a Kiko Park el precalentamiento empezó con un picoteo.
Mientras iban llegando los compañeros con material para el asado.
No íbamos a hacer cortos, no. Se iban incorporando unidades y con ello la tertulia entre unos y otros que en muchos casos hacía mucho tiempo que no se veían.
Juanito, el que no iba a venir al finde del club, reemplazaba al técnico del asado, que causaba baja por su responsabilidad como abanderando en San Isidro.
Otros instantáneas del ambiente que se respiraba allí.
Una reunión intergeneracional en toda regla.
También estaban entre los asistentes ilustres socios del club que nos agasajaron con su presencia.
Empezamos asando las suculentas caretas de gorrino al estilo Cristian Piqueras.
Esta fueron devoradas por los comensales que empezaban muy fuerte.
El proceso de asado siguió con el lomo adobado traído de Casas-Ibañez por nuestro guarda Emilio. Se notaba que había ganas de cachondeo.
Juanito lo daba todo y disfrutaba como el que más.
Algunos instantes más durante la cena.
Después vendrían las chuletas y algo de embutido, para entonces los asistentes ya suplicaban el cierre de la cocina. El postre así como las ensaladas con un tomate valenciano riquísimo fue traído por Cristian (Casanoves). Excepcional.
Después de la cena, a petición de Javi Mateo guardamos un solemne minuto de silencio por el fallecimiento de nuestro socio Antonio Lopera.
A continuación sorteamos una Custom Rod 7’3» Heavy con anillas en espiral by Nacho Revert que había recogido esa misma mañana de su tienda.
Sorprendentemente fui el agraciado con la caña de Nacho que me dejó sin palabras gracias a la inocente mano de Laura.
Ya sólo restaban las rondas de cubatas hasta las 5 a.m. de los más valiente.
Al día siguiente los más valiente, o incautos, salimos a pescar hasta mediodía. Contreras nos recibió de la peor manera posible y recibimos un bolo a discreción.
Aprovechando las sobras de la noche anterior nos juntamos para comer unos cuantos compañeros para despedir este finde del club.
Con esto despedimos esta crónica del finde del club el cual no hubiera sido posible sin la colaboración de muchos de nuestros socios a los que estamos muy agradecidos: Fede, que como siempre aportó pan y excelentes dulces de su horno, y trajo la bebida, nevera y complementos necesarios para la comida con una furgoneta llena hasta los bordes desde Silla; los Cristians que trajeron parte de la carne, embutido, más ensaladas y postre; Emilio, el riquísimo lomo adobado de su pueblo; el Presi que trajo hasta donde pudo la logística necesaria para la barbacoa, Juanito, Moya, Agustín, Berni, Cristian y otros tantos que se encargaron de que el asado saliera delante; y otros tanto que olvidaré que como suele ocurrir en estos eventos, se sacrifican para que otros disfrutemos. A todos ellos gracias.
Con esta crónica nos despedimos antes del asalto a Madrid, mañana 5 de Junio para poder seguir disfrutando de nuestra afición. Aquí podréis leer como nos ha ido por la capital.