Preámbulo
El año pasado mi compañero José Pardo y yo asistimos por primera vez al Internacional Caspe Bass finalizando en un puesto n° 11 y logrando en la segunda manga un 4 puesto. Cuando asistimos a un open vamos con la ilusión de participar, sintiendo antes, durante y después las sensaciones de la competición… soñando con hacer un buen papel, pero sin muchas expectativas por el gran nivel de los asistentes y porque no podemos ir a entrenar.
José cuando terminamos el año pasado me comentó que se lo había pasado muy bien y que le gustaría volver otro año. Yo me quedé con la misma sensación. Así que marcamos el calendario de 2015 con un open fijo para realizar.
Este año se lo propusimos a varios compañeros del club para ver si se animaban, unos por trabajo y otros imaginamos que por lo duro del escenario desistieron de acompañarnos…
Pero siempre hay valientes en este mundillo del bass en la Comunidad Valenciana y Castilla – La Mancha. En cuanto se lo comenté a mi amigo JR, presidente de un club nuevo que esta dando mucho y bueno de que hablar, el MinglaBass, él me respondió: ¡Yo por mi sí!, pero tengo que convencer a mi hermano Viti.
Su hermano Victor es cazador y empezaba ese fin de semana la temporada de caza. Pasión que disfruta junto a su padre y como buen hijo no quería dejarlo solo.
Para este open, el más duro de Europa, no se puede ir con un compañero cualquiera. Son muchas horas de pesca, dentro y fuera del agua teniendo que haber una afinidad.
Perero terminaba de venir de EEUU representando a la región de Levante en el chapter Bass junto a otro crack de la pesca Miguel Muñoz, guía de pesca y presidente del Cabriel-Júcar Xtreme Fishing. Al primero no le venía bien, pero Miguel se apunta a un bombardeo. Bien ya teníamos una pareja de primer nivel dentro y fuera del agua que nos acompañaría este segundo año al Mequinfierno.
Como de costumbre, siempre antes de ir a un open creamos un grupo WhatsApp, donde esta vez compartimos la poca información que disponíamos del año pasado y nos motivamos unos a otros donde el cachondeo no falta.
Llego el día, jueves 22 de octubre. Trabajando a destajo para poder terminar lo antes posible y salir dirección Caspe (nos fue imposible llegar a la presentación, lo sentimos por la organización y los patrocinadores). Eran las 7 p.m. y ya estaban en la gasolinera de Vilamarxant los bassmasters del interior. Saludo expréss de ventana a ventana y partíamos con mucha ilusión hacia Sagunto, donde tomaríamos la autovía de Teruel para después coger la N-420 dirección Alcañiz, seguidamente Caspe y al Lake Caspe camping.
Montamos las tiendas, cenábamos y preparamos las cañas con esas conversaciones típicas de antes de un open, amenizadas por el cachondeo de ir con muy buena gente. Eran la 1 a.m. y ya tocaba acostarse para soñar con una primera manga donde los basses nos destrozaban los señuelos, a excepción de Miguel que su mayor ilusión de este open era disfrutar de la pesca en general de todo tipo de especies, ¡qué fenómeno!
1ª Manga
Sonaba el despertador de los móviles a las 6 a.m. Algunos reconocían haber dormido poco por los nervios. En mi caso por no haberme abrigado lo suficiente. Las siguientes noches no cometería ese error y el descanso fue total. Al finalizar este open todos coincidíamos en que dormir en tienda de campaña en Lake Caspe Camping fue un acierto por las buenas instalaciones que tiene y por el ajustado precio por el disfrute de las mismas.
A las 7 a.m. llegábamos a Mas de la Punta, punto de salida del campeonato. Entramos al bar para recoger las bases, plicas y obsequios de los patrocinadores. Aprovechamos para desayunar (gentileza de la organización en las tres mangas) y desde allí podíamos observar las grandes embarcaciones y vehículos todoterrenos con que las que son remolcadas, siempre con alguna excepción en cuanto al tipo de vehículo, gracias a las buenas rampas disponibles. Rampas que actualmente por desgracia no tenemos en nuestros embalses de la CHJ.
Introducíamos las barcas al agua con gran rapidez gracias a la eficacia y experiencia de la organización en este tipo de eventos. En esta primera manga el sorteo nos daba el privilegio de salir las dos embarcaciones levantinas entre las primeras. La salida era en tres tandas de 20 embarcaciones cada uno, espaciadas 5 minutos.
Bocinazo y la Nitro Z6 junto a la Tracker salíamos dirección hacia la parte baja del embalse (zona de la presa) para pescar zonas que nos fueron productivas el año pasado. Esta vez por suerte no había niebla y llegamos a nuestros puntos sin problemas. Empezamos como más nos gusta, haciendo power fishing, pero conforme pasaban los minutos no subíamos ninguna pieza al barco a excepción de una lucioperca y una perca fluviatis que no le hacían ascos al jerk duro.
Los minutos pasaban y las puntas elegidas no eran productivas. Aún a pesar de ver hervir el agua en algunos momentos por presas y depredadores dándoles caza (es impresionante la cantidad de vida que tiene el Ebro). Entrábamos dentro de las reculas para ver si dábamos con ellos con técnicas de vinilo, pero ni rastro de los basses. Volvíamos a buscar zonas exteriores y esta vez con un lipless clavábamos lo que suponíamos que era un bass por la forma de pelear, enseguida subiendo a la superficie para pegar un salto y desclavándose antes de realizarlo. Pocos metros más adelante clavábamos con un crankbait de medias aguas otro pez que se le soltaba realizando la misma maniobra.
Eran las 11 con un soletón abrasador, el agua como un plato y llevábamos un bolo a nuestras espaldas. Así que con estas condiciones decidimos cambiar el chip. Cambiamos de orilla y buscábamos peces suspendidos en zonas escarpadas de piedra con una profundidad de 8-15 metros. Las técnicas, todas de vinilo, donde finesse y texas fueron las empleadas.
Al poco de empezar en estas zonas noto una picada a la que mi compañero me responde con un: » vaaaaaaaa, sería el plomo cayendo entre las piedras» y yo le respondo clavando el primer bass que subimos al barco. Por desgracia no dió la medida por muchos centímetros. Con estas técnicas lográbamos algunos basses más, pero no llegaban a la talla. Habían pasado 7 horas de la manga y no dábamos con peces de talla.
Las condiciones climáticas no cambiaban y nos temíamos lo peor. Aún con estas condiciones nos las jugamos al power fishing pero en otras zonas muy distantes del embalse. Pasamos navegando la zona del camping, nos quedaban dos horas y lo teníamos que dar todo. Con un crankbait de profundidad perdíamos un bonito bass kilero en la misma boca de la sacadera, menos mal que 10 minutos después conseguimos otro bass a crank de medias aguas de mas de 1.2kg que sí que terminó en el vivero. El grito de alegría se escuchó en todo Mequinenza. Aún nos dió tiempo para pescar varios puntales y varias playas con piedras grandes que sabíamos que podían depararnos algún bass en las siguientes mangas.
Llegamos al pesaje con un solo pez, igual que nuestros compañeros de aventuras JR y Miguel, pero el de ellos había picado con otra técnica muy diferente drop-shot en un puntal de piedras.
Pesamos, recogimos y al camping para ducharnos, cenar y compartir ideas para preparar la segunda manga.
2ª Manga
El día prometía nublado y con un poco de viento. Salíamos los dos equipos en la última tanda, y como teníamos ya decidido optamos por las pocas zonas que conocíamos de la tarde anterior. Esta vez la suerte nos sonrió y a los pocos minutos de comenzar. Casi al fondo de una recula con unos árboles hundidos en superficie clavamos el mejor pez de la jornada. Seguimos realizando power fishing con buzzer, spinner, paseante, crank… y logramos introducir otro buen pez con una spinner en el vivero. Eran las 10 de la mañana con el agua como un plato, con una nula actividad paramos almorzar y nos replanteamos las siguientes horas.
Esta vez buscamos unas playas con grandes piedras sumergidas que yo aún recordaba por ser allí donde unos años atrás conseguí clavar dos buenos basses cercanos a los 2kg en unas vacaciones familiares. En esta zona la sonda marcaba aparte de estas estructuras algunas bolas de alburnos y la pescamos con técnicas de vinilo como drop-shot y wacky. Pero sólo nos producía algún bass pequeño y percas fluviatis.
Después de unas horas intentándolo sin mayor resultado, arrancamos y nos fuimos a unas puntas de piedra donde con un montaje a texas fallamos un par de muy buenas picadas. Las horas pasaban y no conseguíamos ninguna captura válida para el open, pero sí percas y luciopercas sin llegar de lejos al número del año anterior.
Al ver el día muy parado comenzamos a navegar y donde observábamos algo interesante en la orografía del terreno parábamos e ibamos a poca velocidad para intentar localizar zonas querenciosas de caza. Así marcamos lo que pensábamos que podían ser 3-4 hot spots que por la tarde los haríamos a power. Paramos a comer y a soltar chorradas para desconectar un poco.
Eran las 15h de la tarde y comenzamos a darle a la manivela con alegría en estos puntos y los que ya teníamos, repitiendo alguna de ellas hasta varias veces pescándolas muy rápidas. Íbamos combinando paseantes, jerks, cranks y spinners, principalmente jugando con los colores según la claridad del agua y la profundidad. La última hora nos deparó un par de capturas con spinner y paseante, además de algún bass de talla que perdíamos al poco de clavar. Eran casi las 17h y nos dirigimos a Mas de la Punta.
Al llegar comprobamos que con estos 4 peces podíamos estar entre los 5 primeros.
La sorpresa fue en el pesaje cuando nos comentan desde organización que por 60 gramos no habíamos ganado la manga. Nos fuimos al camping para ducharnos, cenar y disfrutar del resultado con nuestros compañeros. Intercambiamos las experiencias del día y a dormir a la tienda de campaña.
3ª Manga
Nos levantamos bastante motivados al saber que estábamos a menos de 2 kg de los 2º clasificados y gracias a esto José y yo teníamos claro que pescaríamos toda la manga. Nuestros compañeros no se jugaban nada y como es lógico, pescarían solo unas 4-5 horas para salir antes y recoger tiendas, trastos, etc. Además del largo viaje con escala en Cofrentes y después Minglanilla que les esperaba.
Bocinazo de salida y esta vez salíamos en la segunda tanda hacia nuestros 3 hot spot más cercanos. Comenzamos la manga en la mitad de las reculas hacia el fondo con spinner, buzzer y crank tipo square bill pero sin resultado alguno en las 2 primeras horas.
Despues paró el poco viento que hacía y nos centramos más en la pesca en las partes exteriores de las reculas en superficie con paseantes y jerks. Además lo combinamos con la pesca a finesse, drop-shot y wacky, principalmente.
Así llegaron las 12:30 de la mañana con un parón total de la actividad, pero ya llevábamos 3 peces en el vivero que nos hacían respirar e ilusionarnos con poder estar al final de la manga entre los 10 primeros (que es siempre el objetivo en un open de estas características). Entonces páramos para realizar un largo almuerzo-comida que nos serviría para descansar física y mentalmente.
Nos quedaban 3-4 horas y necesitábamos peces grandes para soñar con algo bonito. Entonces optamos por cranks de medias aguas y profundidades, jugando con colores, movimientos y sonidos de los mismos (en este tema mi compañero José tiene muchas horas a sus espaldas). Además de spinners y paseantes conforme avanzaba el día, repitiendo las zonas que ya conocíamos aún a pesar de los 15 minutos que tardábamos la mayoría de veces en los desplazamientos entre puntos.
La suerte nos sonrió y los cranks daban peces muy buenos y rematamos la manga en superficie cambiando varios peces. Estábamos reventados físicamente, pero muy optimistas de cara al pesaje. Sabíamos que en el vivero transportábamos un cupo de más de 6kg y teníamos opciones de repetir estar entre los primeros puestos en la última manga.
De la general evitábamos hablar ya que al ser a peso total era complicado hacer ningún pronóstico fiable teniendo gente con tanto nivel en los primeros puestos.
Pesamos y a falta de las tres primeras barcas en la general por pasar por la báscula, éramos campeones de la manga. El pesaje se hizo eterno. José fuera haciendo cola para meter el remolque…
… y yo desde la Z6 en el agua escuchando y calculando ahora sí, mentalmente, el peso que nos hacía falta para incluso, ¿por qué no?, ganar este XXIII Internacional.
A los hermanos Longas no les sonrió la fortuna en este último día perdiendo varios peces de muy buen porte y no subían ningún kilo a su cuenta particular.
Pesaron Eloy y Massimo, grandes pescadores con un año impresionante a sus espaldas, y mi cabeza me decía que estábamos muy igualados. Pero faltaban Adrián y Fernando, una de las mejores parejas de este país, ellos pesaban menos que nosotros y eran segundos de la manga. Sin embargo, en el computo general nos sacaban más de un kilo de diferencia y se llevaban merecidamente este Internacional.
Hacían publica la clasificación y por escasos gramos de diferencia con Eloy y Massimo eramos subcampeones del Internacional. ¡Jose y yo nos dimos un fuerte abrazo para celebrarlo!
Después del picoteo, la entrevista por ganar la última manga y la entrega de trofeos…
…nos dirigimos al camping para recoger las tiendas de campaña y salir hacia nuestras casas. Era muy tarde, estábamos muy cansados y al día siguiente teníamos que trabajar.
Desde aquí mi compañero y yo queremos felicitar a la organización por su buen hacer…
…al podium…
….y muy especialmente a nuestros amigos, Miguel Muñoz y JR Tórtola, porque aún a sabiendas de que iban a un escenario difícil como es mequinfierno, se apuntaron con mucha ilusión.
Sin ellos no hubiera sido lo mismo, ¡seguro que repetiremos! Porque al Caspe Bass, y volverás.
La celebración del subcampeonato del Internacional Caspe en la sede del club fue por todo lo alto.
Por último, os dejamos el vídeo completo del Internacional Caspe Bass.