Después de pasar una semana de vacaciones en Julio de 2012, disfrutando de la navegación y la pesca con mi mujer Marta y mi hijo Fran, que tenía apenas unos meses de vida,
siempre había rondado la idea por mi cabeza de asistir al Open con más fama y a la vez duro del país: El Internacional. Son 3 días de 10 horas por manga en un embalse complicado actualmente para la pesca de la perca negra.
Para este Open sólo fue necesaria una llamada telefónica una semana antes del evento para motivar al fisherman del emperador. El hombre para el que no existe el mañana, el ansia viva y máquina, José Pardo.
Fue una semana de infarto debido al cambio de mi embarcación. No sabíamos si llegaríamos a tiempo, pero al final el mismo día de salir de viaje solucione los papeles y por la tarde salíamos dirección a Lake Caspe.
¡El viaje a un open siempre es una pasada! Pero este aún sería mejor, gracias al Jeep de Jose que yo conducía con musica Made in Límite Local combinados con refrescos, etc. Había momentos que pensaba que volvíamos a los 90 y era un sábado por la noche. Esto fue así hasta que llegamos a una rotonda en Tarragona donde un mosso nos dió el alto y por mi cabeza en un segundo pasó: ni carnet, ni Caspe. Menos mal que el agente nos dejó continuar el viaje después de pedirme toda la documentación del vehículo y remolque.
A la presentación del Open nos fue imposible llegar a tiempo y decidimos ir al camping para montar la tienda, cenar y dormir.
Después de una mala noche en la que no pegamos ni ojo debido a la incomodidad de dormir en un colchón inflable y los ronquidos de un guiri de la caravana vecina, nos levantamos con cara de pocos amigos.
Eran las 6:30 y salíamos hacia Mas de la Punta siguiendo a unos compañeros catalanes capitaneados por Alberto Rodríguez, conocido nuestro por colaborar en la Feria de Pesca Deportiva y Turismo del Nuevo Centro, y por haber estado compitiendo en E.E.U.U. representando a su Chapter en el BASS Nation.
Llegamos a la rampa pasando antes por el bar donde la organización nos invita a desayunar y aprovechamos para recargar provisiones.
¡A las 8:00, bocinazo y empezaba la competición! La niebla era muy espesa y sin conocer el embalse decidimos meternos en una de las primeras reculas que nos encontramos por el camino. Monté un hélices y al segundo lance, ¡explosión en superficie! Un buen combate con mi médium de megabass y silurín que posaba para la foto.
Siguiente lance, dos toques, lo paro y sube a la superficie un bigotes de más de 1 metro. Lo ataca y por fortuna para mi, falla. Menos mal, porque con ese equipo con un 10lb hubiera padecido y perdido mucho tiempo.
Llevábamos 45 minutos de Open y en esa recula ya habían subido al barco 1 siluro, 6 luciopercas y más de 20 percas fluviatis.
Impresionante la cantidad de depredadores que alberga este megaembalse, pero los basses sin aparecer.
A las 11:00 de la mañana fue desapareciendo la niebla y aprovechamos para buscar nuestras zonas de pesca, con el problema de que las horas más productivas de la manga no le habíamos podido sacar rendimiento y con la dificultad de que el agua estaba como un plato.
Aun así, una hora mas tarde en una punta con un crank clavé un pez y éste si nos sorprendía con un salto que rompía la superficie. Un pequeño bass de 30.5cm que nos salvaba de la temida porra. No fue hasta 4 horas mas tarde, cuando Pardo clavaba con un crank un buen bass que nos hizo cambiar la cara.
A las 17:00 llegábamos al pesaje donde comprobamos con los pesajes del resto de participantes de que Mequinenza es un embalse complicado. Pesamos con dos basses 1.853kg y nos colocamos en el puesto 19. La manga la ganaron Rubén Cervera y Johnny Llop con 5 piezas pesando 5.036kg. La pieza mayor fue para José Magia Ostariz con 2039kg.
Al día siguiente, a las 6:00 sonaba el despertador para dar comienzo a la segunda manga. Esta vez nos despertamos con la sensación de haber descansado bien, gracias a la cena casera del bar del camping y a la ausencia del guiri roncador.
Esta vez la ausencia de niebla nos dejó navegar a zonas que pesque en mis vacaciones familiares, pero ahora tenía más de 15 metros más de nivel. ¡Qué bonito es este embalse con esa cantidad de agua! Tirando de power fishing, a los 20 minutos clavé nuestro mejor bass de esta manga 1.284kg.
Fuimos alternado percas fluviatis con negras e hicimos un cupete de más de 3kg. Ya estaba el sol en todo lo alto y con una ausencia total de viento, sabíamos que iba a estar difícil mejorar el pesaje. Aun así logramos capturar más basses de medida a lo largo del día con técnicas de finesse, pero de tallas similares.
Llegamos al pesaje con 5 peces y la sensación de llevar los deberes hechos acorde a nuestros conocimientos del escenario. Pesamos 3.749 logrando un buen 4º puesto.
La manga la ganaron posiblemente los mejores pescadores de la zona, los hermanos Longas con 5.830kg y la pieza mayor la capturó Esteve Guardia con un black-bass de 2.757kg, que al final sería la pieza mayor del campeonato.
Nosotros íbamos novenos en la general a solo 1.100kg de los terceros clasificados y lo disfrutamos con buenas cervezas que nos ofrecía la organización.
En esta tercera y última manga, decidimos, después de un gran debate la noche anterior, repetir las zonas que nos habían dado peces.
Al día siguiente no querían power, aún así yo perdía un buen bass y Jose, otro con una calma total.
Decidimos entrar en una recula en la cual, tirando de sonda, observamos bancos de alburnos suspendidos y aplicando técnicas de finesse capturamos 3 basses de talla. Cambiamos de zona, pasaban las horas y no lográbamos subir a la Z6 ningún pez válido más.
Esto fue así hasta que mi compañero clava un pez y éste busca la superficie. Lo ensalabro e introduzco en el vivero contabilizando 4 peces.
Nos fuimos dirección al pesaje aún faltando más de media hora para así poder pesar, recoger trastos y regresar a casa esa misma noche con ganas de ver a nuestras familias, que son las que padecen nuestra pasión. Pesamos 2.381kg terminando en el puesto 11º de la general con 7.983kg.
Los ganadores del campeonato fueron David Espax y Guillermo León con 11.183kg.
Los segundo clasificados son Balbino Vico y José Antonio Collado con 10.613kg.
Los terceros clasificados son Rubén Cervera y Johnny Llop con 10.166kg.
Desde estas líneas, José y yo queremos agradecer a la organización encabezada con su presidente Javier Ballabriga de hacernos sentir como en casa.
Os animo a todos los que leáis esta crónica a visitar las aguas de Mequinenza donde disfrutaréis de la navegación y la captura de multitud de especies.
Termino con la frase que da nombre a la crónica: Al Caspe Bass y volverás.
Un saludo, nos vemos en el agua.