Tras pensar en que época venir a pescar a nuestro embalse favorito, llegó el dia D, el jueves 23 de octubre, cuando Sergi de nuevo y por tercera vez aterriza en Casas Ibañez dispuesto a pasar un par de días de desconexión de la rutina. Como no, vivir 2 días intensos en un embalse, que desde el 30 de abril de 2011 lo dejo enamorado de sus aguas y como no, de sus estructuras,varboledas y de sus basses.
Hagamos una mirada atras para recordar aquel lluvioso día de abril de 2011.
Los peces en fines de semana anterior mostraban una actividad a ratos. Estaban bien, en otros momentos en el mismo día no picaban. En fin algo cambiante sin ningún patrón claro. Aún así, aún hubo suerte de pillar alguno medio bueno.
Así es que después de que Sergi le diera el visto bueno a mi nuevo barco en mi taller, preparamos el armamento, las cañas, la bebida y todo lo que hiciera falta para empezar lo que seria un gran slam. Yo me quedo en un segundísimo plano, haciendo todo lo posible para que el que disfrute y saque buenos peces sea Sergi. Mas cuando Sergi viene desde Amposta (Tarragona) para pescar conmigo. Tras una cena con un cubierto de boda en mi casa, cada uno se fue a su cama para descansar y prepararse para disfrutar de lo que estaba por llegar.
A las 6 y cuarto de la mañana, ya estábamos saliendo hacia Cofrentes para tomar café. Después botaríamos el barco para salir despacio con el fresco que hace por las mañanas a buscar que sitio podía ser bueno.
Empezamos la pesca con spinners, crankbaits y superficie. Algún pequeño bass salió a por nuestros engaños, pero como mi padre decía en sus tiempos pescadores sardinotes. Fue salir el sol y ya dejar de picar ni los pequeños, es como si no hubiera peces en el embalse. Yo dándole vueltas a la cabeza y no salía nada de lo que esperaba, o los peces no quieren nada, o algo estábamos haciendo mal.
Tuvo que ser a las 14:00h cuando Sergio en un lance ajustado a la orilla con su mejor swimbait hizo arrancar por reacción un muy buen pez de 2.150kg. Yo me apresuré a sacarlo con la sacadera y subirlo al barco. Al fin respiramos un poco, pues la mañana estaba siendo durísima.
Tras devolver ese pez, algo cambió y me hizo pensar en lanzar en árboles muy a la sombra y con algo de caída. Hasta que en un lance preciso con un shadow plaaasssssss. Ahí estaba otro pez de 2.060 que subió al barco. Tras un par de fotos, al agua y de ahí a comer al salón-comedor del Ral.
Tras comer, una siestecita.
De nuevo a la carga… volvimos a pescar zonas de profundidad, coberturas y sombra. En el momento más inoportuno, un par de basses de esos que a uno le para el corazón, unos auténticos panzers del embalse salieron a saludar nuestros señuelos, pero solo eso.
La calor a las 4 de la tarde para este tiempo es algo que no es lógico. De nuevo algo fallaba y seguíamos sin peces por la tarde hasta que ya estaba en estado de ebullición, y dije: Vámonos a los sitios que yo he pescado toda la vida y si falla me voy ya. Arrancamos el nuevo Yamaha 40CV y nos plantamos rápidamente en la zona adecuada.
Empezamos a pescar con crankbaits y spinners de nuevo y ya en 5 minutos de pesca empezamos a sacar peces, pequeños y varios de talla. Bueno, la cosa empezaba a ir a mejor, ya empezamos a ir viendo peces y notar los toc-toc de los basses al vinilo.
Seguimos por esa orilla, pescando con atención cuando Sergio dejando caer el skitter grub en un tronco sumergido nota un movimiento de línea y clava. Otroooo, y otro subió al barco, otro muy buen pez sin duda.
En 5 minutos más de pesca, una acción que me encanta…un skipping de los buenos ajustado al tronco de un arbol con ramas caídas metiendo el señuelo entre las ramas y la superficie del agua con una separación de 10 centímetros. Entra el señuelo, toca en tronco y 10 segundos de caída y movimiento de linea, clavada y batalla por todo lo alto con otro buen bass que luchó como un campeón intentando enramarse y que tuve la suerte de poderlo tener en mis manos. Sobre esta acción, aparte del bass, me dejó encantado la acción de haber clavado el señuelo en una zona exacta y precisa. Sin duda ese deslizamiento natural hizo arrancar ese pez sin el típico chop del señuelo cuando cae al agua.
De ahí cambiamos de zona para ir subiendo para Cofrentes porque ya quedaba poco tiempo. Desde luego, que injusto es esto. Todo el día intentándolo, y cuando los peces deciden cambiar, queda poco tiempo de pesca.
Llegamos a la arboleda escogida para la ocasión, sombra, aguas claras y arboles sumergidos. Lo primero que se nos pasa por la cabeza a los maniacos de la pesca en coberturas…skitter grub color daikiri…. 3 lances y toc, toc, movimiento de línea en medio de toda la maraña. Clavada y a rezar. El pez intentando enramarse por todos sitios, y el Yamatoyo 12 libras echando humo y yo forzando la Sant Croix Avid al límite, y por encima de algunos troncos ese bass de 1,800 kg subió al barco con una gran actuación con el salabre de Sergio.
Un poco más adelante otro más esta vez Sergio con su big ika lanzando exacto entre la cobertura y atento al hilo. Otro más. La cosa había cambiado y para lo que había sido la mañana, no iba mal del todo la tarde. Foto,y al agua.
La tarde no dió para mucho más. Solo un buen bass que se desclavó a Sergi con un paseante dejándolo reposar al lado de un árbol sumergido.
De ahí a sacar el barco de noche, llenar el deposito de gasolina 98 y a cargar baterías. Tras esto cenamos y dormimos en hotel Torralba de Cofrentes.
Tras una cena de las buenas y descansar de maravilla. A las 7:30 estábamos otra vez navegando al sitio elegido. De nuevo los peces hicieron lo mismo que el día anterior: inactividad por la mañana. Tras almorzar con el gran David Baides y Fran Valera, se me desclava un buen pez con el senko de 4″. De ahí decidimos ir a otro lado en el que Sergio rompió el bolo con un fat baby craw a texas entre la cobertura.
De ahí bajamos a otro sitio y muy lentamente a la caída otro bass que cogió el ika daikiri.
Con esto y poco más a la hora de comer decidimos recoger trastos ya que Sergi le esperan aún 3 horas de viaje y yo quería llegar a tiempo para ver el Clásico.
En fin, 2 días de pesca con un gran amigo que siempre que puede vuelve a Casas Ibañez para ir juntos a disfrutar de la pesca, el embalse, el paisaje y toda esa magia que envuelve esto de la pesca del bass.
Como no, Sergi, espero que vuelvas otra vez de pesca y seguir aprendiendo de tus trucos y de tus técnicas. ¡Un saludo, Sergi!
¡Un saludo y buena pesca a esa familia VBC!