Después de la master class de saltwater fishing del pasado año con Paco Arroyo, mi cuñado Andrés todavía seguía un poco verde en eso de pescar en el mar y necesitaba otra master class.
Así que sabiendo del know-how de algunos de los compañeros del club, tiramos de agenda y pedimos cita con Rober para que nos diera su particular visión de la pesca en el mar.
La cita fue a las 6:00 en el puerto de La Pobla de Farnals, lo cual escandalizó a Andrés en sobremanera, pero aceptó resignado. Así que Andrés puso su barca y Rober puso equipo y material marca de la casa compuesto por 3 magníficos equipos Penn y señuelos Sébile para la ocasión.
Tras montar la cañas y recibir valiosos consejos, nos dirigimos a la bocana del puerto de Sagunto.
Rober empezó a pescar en superficie, mientras Andrés y yo utilizábamos jig spoons. A los pocos minutos, ya obteníamos los primeros resultados en forma de una vaca (¿una vaca?) que pasaba por allí. Mi primer pez con un jig spoon.
Estando allí, un movimiento de agua en superficie anunció algún tipo de cacería. Rober lanzó la jig spoon y tras dejarla caer unos segundos, recogió a todo lo que daba el carrete. Andrés y yo lo mirábamos incrédulos hasta que se quedó falcado. Como por arte de magia una palometa blanca aparecía en la otra punta de la línea.
Seguimos pescando por la zona que tras buenos recuerdos me traía por haber compartido días de pesca junto a mi primo Javi y que algún dorado nos dió en nuestros tiempos mozos. Pescamos la famosa pasarela que se adentra en el mar y que tan excelentes resultados proporcionó a muchos pescadores cuando se realizaba el salto de la verja al más puro estilo de la romería de El Rocío.
Alguna picada nos dió esta estructura, pero nos quedamos en el nivel de los serranitos.
De ahí fuimos a las piscis, y poco después ibamos volviendo para puerto, pero ya sólo tendríamos picadas de algún que otro serranito.
Fue toda una experiencia, una pesca diferente, pero interesante para alternar de vez en cuando con la pesca en agua dulce.
Aprovecho la ocasión para agradecer a Rober la transmisión de conocimientos y la puesta a nuestra disposición de sus equipos Penn y señuelos Sébile que nos hicieron disfrutar a pesar de que las capturas fueron de pequeño tamaño. Por último, desearle mucha suerte a Rober en su nueva andadura como guía de pesca en Panamá.