Hace mucho tiempo que no sabíamos del bueno de Mowgli, miembro de Bonviedro Team, desde su última crónica para nuestra web. Así que cuando nos informó de su visita para recoger su título de ingeniero agrónomo, nos unimos junto con Álex a una salida de pesca a Cortes.
Por mi parte, tuve la suerte de estar acompañado de dos grandes personas de este club, Cisco y Fede, a los cuales tengo un gran aprecio. A primera hora fuimos a disfrutar de la pesca en superficie en la isla del río. El agua estaba ultra clara y se veía el fondo y los peces perfectamente.
Hago un lance con el paseante y cuando iba a realizar el segundo veo un ataque en superficie. Así que el segundo lance va en la dirección de la cacería. No hay picada tras un walking-the-dog, pero un buen pepino venía debajo. Así que se lo dejo parado, sube, lo coge y patapam. Tras una batalla increíble, un pez de 2.5kg que hacía meses que no sacaba en Cortes posaba entre mis manos.
Seguimos por esa orilla aguas arriba viendo muchos peces buenos, pero no picaban. De hecho, veíamos como venían de lejos a ver el barco y desaparecían. Así que como diría Álex: «Cambiamos de rollo», y nos fuimos al Prebetón, donde almorzamos los sandwiches que había preparado Fede. ¡Gracias!
Después de almorzar seguimos hacía la siguiente punta. Estaba probando el Molix SV Craw de la bolsa que los ZZ me dieron en la Feria de Pesca Deportiva y Turismo montado a shackey. Tiene una acción espectacular siendo bastante compacto. A los pocos lances, noto un peso y clavo como un resorte. Otro buen pez subía al barco.
Seguimos pescando por esa orilla y alguno más pequeño sacaríamos, pero creo que nada significativo. Cuando miramos a la orilla de enfrente, vimos una Derbi con dos individuos cuya delgadez les hacía tener un índice de reflectancia solar menor que la del fluorocarbono. Lo que viene siendo que trasparentaban.
Tras los saludos oportunos a Mowgli y Álex, quedamos para comer en la rampa del Ral un poco más tarde. Así que nos fuimos a la yesera lugar elegido por Fede. Allí Cisco que iba de co-coangler sacaría uno a drop-shot.
Y yo sacaría otro con el Sculpo de Molix en un lance de 45 grados a la orilla como marcan los cánones.
Tras estos peces fuimos a comer con la pareja de cracks en la rampa del Ral.
La conversación fue animada porque había mucho que contar sobre lo pasado y sobre lo que les depararía el futuro. Por afinidad profesional, en ambos casos me quedo con la imagen de dos ingenieros recién graduados sobradamente preparados, pero con un mercado laboral que tristemente no les da la oportunidad para poder construir su proyecto vital.
Mientras comíamos se giró un viento huracanado que anunciaba la tormenta que nos estaba rondando. En ese momento me acordé de nuestro The Guardian que siempre dice que cuando se avecina la tormenta, los peces pican como locos.
Así que salimos hacia el Ral con una olas caspenianas. Menos mal que ibamos con la Nitro Force One. Allí pesqué con crankbait aprovechando mi puesto de pro en proa clavando otro buen pez activo con el chubasquero ya puesto y viendo los rayos en la lejanía.
Cisco relegado a la popa del barco por decisión propia, sacaba oro clavando dos buenos peces que le partían la línea cuando pescaba con un ika dentro de una cobertura. No deja de sorprenderme la frecuencia superior a la mía con la que Cisco parte la línea.
Como despedida, y ya estando en racha tras sacar varios peces en el mismo día en Cortes, cosa que hacía meses que no me ocurría, clavé el último pez con un swing jig montado con un cangrejo en los tocones del Ral
Fede no tuvo la fortuna de sacar un pez de talla en todo el día. Una auténtica lástima. Sin duda se notó que el pescador que iba delante clavaba los peces que se encontraban activos. Fue un lujo poder discutir con Cisco la evolución de los peces en cuanto a su comportamiento conforme avanzaba el día y llegaba la tormenta.
No sabemos lo que haría el par de ingenieros agrónomos, pero alguno sacarían porque hay uno de ellos que no suele fallar.
Con este último pez dimos por terminada la jornada de pesca para poder llegar a casa a una hora sensata, es decir, entre las 21h y 22h para la cena 🙂