Hay días de pesca sobre un barco en la que uno de los pescadores de la pareja se encuentra en estado de gracia, mientras que el otro pescador cae en desgracia y saca uno, si eso. No tengo que irme muy lejos para identificar ese escenario en mi persona como ocurrió en el campeonato autonómico del pasado año.
Algo parecido ocurrió en mi despedida de Cortes antes del periodo de freza, así que a petición de mi co-angler en esta jornada anonimizaremos su presencia utilizando el recurso del «pescador de incógnito» prestado por Javi el Secre.
Volviendo al tema que nos concierne nos encontramos en el mes abril en Cortes con el agua a 18 grados y los peces se encuentran entregados a la freza. Como es habitual en fin de semana los peces no se ven por las orilla, pero estar, los peces están, os lo puedo garantizar.
Así que aconsejado por mi co-angler/guía penetramos en las reculas del Prebetón en busca de las primeras capturas.
Por un ejercicio de cabezonería y dado que no disponía de señuelos de tonos anaranjados que me suelen ir bien en esta época de freza, recurro al skitter grub en color brown grape with black flakes. Había puesto este color en numerosas ocasiones en el pasado, pero ni tocarlo, ¿sería hoy las condiciones ideales para este color?
Entramos en una recula y en los primeros árboles en 3-4 metros de agua, dejo caer el skitter grub y ¡pam, picada!, pero no lo consigo clavar. Bueno, por lo menos picaban, pero como están tan resabiados, hay que tener unos reflejos sobrehumanos para clavar o recurrir a la esencia para darte esas décimas de segundo necesarias para conseguir la clavada. Así que eso hice.
Penetramos en el fondo de la récula, lanzo con suavidad dentro de una maraña de troncos tumbados (laydowns) y en la caída ni tocarlo. Muevo el skitter grub, lo hago pasar por encima de los troncos y al caer de nuevo noto una vibración inusual y clavo ya casi con el barco encima. Un remolino de agua anunciaba que no era pequeño y tras una batalla épica rodeado de coberturas consigo zafar la mandíbula del centrárquido.
Una preciosa hembra de 2.4kg que me daba el mejor comienzo que podría imaginar.
Rápidamente y más en esta época liberamos el pez aprovechando para hacer una bonita fotografía que va dedicada al Molt Honorable por verme reflejado en el brillo de su barco.
Observando la anterior picada y este pez, está claro que los peces están colocados suficientemente someros como para que no puedan ser vistos (2-3 metros) y asociados a coberturas.
Avanzamos tres metros escasos y hago un lance con el skitter grub buscando esa profundidad de 2-3 metros en el fondo de la récula, ¡patapam, una altre! Esta vez un machete que diría Pardo 🙂
De ahí nos fuimos a otra recula buscando el mismo patrón, pero los peces estaban duros. Almorzamos tranquilamente y al salir de esa recula, en una cobertura espesa que hacía notar como caía el skitter grub por la ramas, ¡pam!, picada y otro buen pez que conseguía subir al barco.
Cambiamos de récula y tuvimos alguna picada que otra que no conseguimos clavar, alguno pequeño, pero nada, se resistían. Nos vamos a la hilera de árboles del Prebetón y más picadas, pero eran más rápidos que yo expulsando el señuelo que yo clavando.
Con una parada total de la actividad nos vamos a la arboleda del Prebetón-Ral empezando desde la isla. Otra picada que no consigo clavar, argggh!!
Dejo a mi co-angler que tome las riendas del barco y monto un senko a wacky acorde a las condiciones de calma chicha que había en el embalse en ese momento. Primer lance con toda la paciencia del mundo nada, segundo lance, ¡patapam!, con una línea de 8 libras peleando entre coberturas sale un pez que sabe a gloria.
Seguiríamos por esa orilla y tuve más picadas al skitter grub cuando se levantó una ligera brisa, pero estaba lento de reflejos.
Fuimos a comer tranquilamente y al retomar la actividad pesquera, tengo que reconocer que ya no me enteré, no recuerdo si tuvimos alguna picada, pero ya no subimos al barco ningún pez de calidad que diría Marcos.
Así que viendo que el sol se ocultaba tras las montañas y estando totalmente descentrados en la sesión vespertina, abandonamos el embalse de Cortes. Por mi parte, ya me despido de este embalse seguramente hasta el mes de julio, pues después del periodo de freza tendremos el concurso de Contreras y habrá que entrenar 🙂