Después de que el sábado dia 12 de abril celebrasemo el primer aniversario de la armada porrera, un dia en el que hubo compañeros que sacaron muy buenos peces, y otros que no tuvimos esa suerte que a veces hace falta, posiblemente no supimos interpretar que querian estos exquisitos centrárquidos de las aguas de Cortes II, llegó la semana de pascua. Sin haberlo planeado, el lunes día 14 por la tarde recibo en mi taller la visita de todo un bassmaster destroyer, el Gran Perdo Borja.
Sin haber pensado ir el martes 15 de pesca, y tras una serie de proposiciones pesquiles a las que no me suelo hacer de rogar, concreté en ir a recoger a Pedro a su casa a las 6 de la mañana.
Como es de costumbre, y con la ilusión de un principiante de 14 años, a sus 54 años el gran maestro de la pesca con crankbait, no sólo no habia dormido, si no que había estado calentando su cabeza enumerando que sitios eran los más adecuados para esta época en el embalse.
Así nos subimos al Terrano y salimos en dirección a Cofrentes, como no paramos a tomar café con sus correspondientes bollos, etc. y cargar el mítico termo del fenómeno. Dicho termo, que según Pedro, le vendió el Gran Paco Revert hace 25 años, y aún lo guarda como oro en paño usándolo para todas y cada una de sus salidas de pesca.
Una vez en el agua, salimos buscando el primer sitio más adecuado, sin navegar mucho, empezamos tanteando el territorio, yo con spinner y Pedro con su mítico crankbait Rapala Shad Rap 7cm en color plata.
Sin darme cuenta, en 5 minutos, mi compañero se hace con su primer buen pez del día. Para calentar
no esta nada mal, 1.6kg.
No habían pasado 3 minutos cuando un luciete de 2 kilos muerde de nuevo su crankbait y sube al barco. Cinco minutos más tarde, y otro lucio de 2 kilos, y entre medias otro bass de buen tamaño.
El comienzo del Gran Pedro Borja habia sido como el de un Ferrari trucado… No había quien le metiera mano… pesquerilmente hablando.
Cruzamos de orilla a otra zona que me gusta. Al fin con la técnica que me enseñó hace ya 3 temporadas el número 1 de la pesca del bass, Jorge Civera, el cangrejico a texas. Picada fulgurante y bass de 1.8kg que sube a la barca. Como no, recordando las palabras de Javi el Secre: ¡ya no hago porra!.
Seguimos bajando orilla y al encontrar el sitio reservado para almorzar, por supuesto a la sombra, Pedro lanza su señuelo entre medias de los árboles y plas. Otro buen bass.
Finalmente, degustamos los manjares que salida tras salida nos prepara una de las mejores cocineras de Casas Ibañez, la señora de Pedro, Doña Paqui Luján.
Seguimos pescando en otro rincón, Pedro clava un buen bass y se le suelta. Una pena, era un muy buen pez. En estas ocasiones viene a mi mente aquella frase que acuñé hace algún tiempo: ¡qué injusta es la pesca!
No sacaríamos nada más hasta llegar al Ral. Llegamos a una récula con cobertura y otro certero lance a un centímetro de la orilla con el cangrejico. ¡Plas!, un buen bass de 2 kilos sacado de entre toda la cobertura que Pedro ensalabró sin el más mínimo problema.
Seguimos en la misma zona y un lance con el super fluke haciendo skipping entre medias de unas ramas hizo salir un bass de los grandes, que clavé y se soltó. Por si acaso no se hubiera hecho mucho daño, vuelta a empezar esta vez con el dropshot lento. Vuelta a clavarlo mal y se vuelve a ir… no pasa nada.
Estaba empezando a pillarle el truco al tema y me encontraba pescando muy a gusto. Pillamos unos 3 peces más, esta vez pequeños y una lucioperca. Moviendo algun buen bass con el jerkbait blando que no quiso picar. Con estos resultados pusimos el cerebro a masa y nos fuimos a comer al Ral.
Como no, se levantó el viento algo más que habitual en Cortes. Así que fue la recula de la casa nuestro siguiente destino. Buscamos coberturas adecuadas para esta epoca. Otra vez de nuevo el cangrejillo no falla y otro pez de 1.7kg sube al barco.
Ya estaba más contento, y de ahí, para terminar la jornada volvimos al río donde otra vez el cangrejillo me daba otro pez de 1.7kg.
Se estaba haciendo tarde, así que decidimos recoger trastos y volvernos a Casas Ibañez terminando de esta forma un buen día de pesca. Un día en el que nos divertimos y con un tiempo muy bueno.
Sin embargo, no había más que acostarme y ya estaba pensando en lo que tenía por delante el Jueves Santo: una jornada de pesca con otro crack mediático, David Baides, pero esto lo dejo para otra crónica que publicaré más adelante.