Fue aproximadamente hace un año cuando algunos compañeros del club, alentados por los buenos resultados de la III Soner Euro Nitro Cup, decidieron apuntarse para la siguiente edición y conformar un selecto grupo de WhatsApp que todavía hoy perdura en el tiempo. Este grupo capitaneado por The Coach y administrado por The Guardian fue inicialmente apodado la Armada Invencible, pero Arroyo dándole un cariz más realista de lo que podía acaecer lo rebautizó como la Armada Porrera.
Nuestro paso por la IV edición de la Euro Nitro no hizo más que reafirmar la cohesión del grupo y ampliarlo a hermanos sin consanguinidad. Bueno, algunos sí, pero algo lejana.
La cuestión es que nuestro delegado de festejos oficioso en La Mancha vino a bien instaurar el 12 de abril como fecha del 1er aniversario de la Armada Porrera, y así es como esta crónica ve la luz.
Dados los condicionantes familiares-laborales de algunos de los miembros, la armada fue conformada por las siguientes parejas ad hoc: El Presi y the Guardian, David y Arroyo, el Mune y Richi, y finalmente Cisco con un servidor.
La predicción meteorológica parecía que deparaba chubascos, pero afortunadamente no fue así.
Las primeras horas de la mañana Cisco y yo las dedicamos a pescar el río por la zona de la isla, sacando un par de buenos peces. El último a crankbait cuando batíamos orilla.
Por otra parte, David y Arroyo por el Ral-Prebetón sacaban su primer pez de la jornada.
Como marcan los cánones emilianos a las 10h con puntualidad inglesa a almorzar todos juntos en la rampa del Ral.
Allí deleitamos las míticas pelás del suegro de Arroyo. Muchas gracias.
El almuerzo fue rápido, pero intenso. Teníamos ganas de volver a pescar y ver que nos deparaba la mañana.
La mayoría nos distribuimos por el Ral y Prebeton buscando las reculas propicias paraa la freza y sus entradas. En una de esas estamos pescando sobre una punta con skitter grub y cuando me quiero dar cuenta Cisco corría arriba y abajo por el barco con un pepino de más de 2.5kg en la otra punta de la línea.
En la orilla de enfrente estaban David y Arroyo que tampoco fallaban y sacaban sus peces.
Mientras tanto, el Mune y Richi, gran conocedores de la zona del río dedicaban sus últimas horas matutinas a pescar sus mejores rincones pre-spawn.
Richi se encontraba en estado de gracia y Mune quedaba relegado a fotógrafo de lujo.
La última media hora antes de comer tuve la suerte de sacar dos peces de más de 2kg en los tocones del Ral pescando con skitter-grub.
Este segundo fue un regalo involuntario de Cisco, que tras apuntar donde podría esconderse un buen pez tuvo la mala suerte de enganchar su señuelo.
Como podrá observar el avezado observador, son peces diferentes 🙂
Quedamos a comer en el pantalán del pueblo de Cortes para dejar amarrados nuestros barcos cómodamente. Cuando llegamos, Emilio ya había hecho una actuación de terraza de verano: un tablero, unos caballetes, unas sillas de plaśtico y la furgoneta que hacía de paravientos, conformaban un restaurante estrella Michelín al aire libre bajo los pinos.
El menú constó de un plato principal compuesto por los manjares culinarios de cada casa, había pistos típicos valencianos, pasando por tortilla de espárragos y lomo adobado ibañenses, así como quiché y empanada de tomate gracias a la mujer de David, y otras cosas que no acierto a recordar. El maridaje también corrió a manos manchegas, más concretamente de bodegas centenarias ubicadas en Casas Ibañez. Tengo que reconocer que ante tal espectáculo gastronómico algunos entramos en modo visión túnel y el 112 estuvo pre-marcado en caso de necesidad.
Pasamos directamente al postre con algunas frutas de temporada que no tuvieron mucho éxito dado que la sidra y los dulces ya inundaban la mesa.
Por último, ronda de gin-tonics, o en su defecto, chupitos de crema de orujo (o ambos) a la salud del Chincheta que se encontraba en esos momentos pescando con Félix en Orellana.
La tertulia relajada se alargó sin prisas por volver al embalse y pasadas las 17h vinimos a bien volver a nuestros barcos para rematar la jornada.
El primero en desquitarse fue nuestro presi que viendo sobrevolar la porra sobre su cabeza tiró de experiencia para sobreponerse. Muy buen pez.
A Richi los gin-tonics no le habían hecho aflojar la marcha y despedía la jornada con otro buen pez.
Y como no, ya entre dos luces, Cisco a manos de su Saint-Croix montada con un jig sacaba el último pez de la jornada.
Sin duda, una jornada de compañerismo para el recuerdo, y más concretamente en mi caso, un placer volver a compartir una jornada de pesca con el KVD de Massamagrell.