Hola amigos voy a pasar a presentarme soy Tensin, un humilde aficionadísimo a la práctica de este grandísimo deporte que es la pesca. Por alguna extraña casualidad también el destino ha querido hacerme Presidente del Club de Pesca de Pinoso, nuestro pueblo al que mando un abrazo muy fuerte desde aquí, y al mismo tiempo soy desde hace años un socio incondicional del Valencia Bass Club. Dicho esto que es lo menos interesante de lo que os voy a relatar lo mejor posible.
Puesto que esto no es mi trabajo pero no podía pasar sin que la gente de todos los lados supiese el grandísimo trabajo que está haciendo el Valencia Bass por este deporte, y como no por todos sus socios.
Nuestra aventura empieza a las cuatro de la mañana, como la de algunos de los participantes en el Lucio Jamonero. Nos dirigimos hacia el escenario de pesca que en este caso era el embalse de Tous, un lugar precioso y muy bonito como se puede observar.
Cuando llegamos allí todavía no había rayado el sol en un cielo tan estrellado como oscuro, pero ni cortos ni perezosos y a casi 7 grados de temperatura empezamos a preparar los arreos para iniciar el día de pesca. Sobre las 6:30 ya estábamos embarcados y listos. Según iban llegado los compañeros iban saliendo en busca de los preciados lucios al romper el día.
Cuando el sol empezaba a acariciar el agua con su tímida luz en ese momento, ni antes ni después ahí llegó la culminación de tanta preparación y tanta ilusión, ¡cataplasssssss!, la primera picada.
Lo más espectacular con una spinerbait de fabricación propia totalmente artesana recién salida del horno y con un peso especialmente (48 gramos) preparada para el lucio.
No nos lo creíamos porque esperábamos un luciaco y conseguimos un bassote, como nunca antes había sacado, y que midió 54 centímetros y que pasaba de los 2.5kg.
Se nos quedó una cara de gozada puesto, aunque no era el lucio que buscábamos para alzarnos con el trofeo del lucio jamonero.
Lo que nosotros andábamos buscando era lo que menos nos importaba puesto que no cambiamos el combate de este valiente por el de un lucio gigante. Lo tratamos con mimo, mucho mimo y lo devolvimos lo antes posible a su hábitat para que cualquier compañero en otra ocasión pueda sentir lo mismo que nosotros.
Por cierto, allí habían embarcaciones que eran la envidia de cualquier pescador, pero como dice el refrán, el habito no hace al monje (si la suerte) del principiante que fue la que encontramos nosotros mismos.
Sin embargo, hay algunos que pescan tanto de embarcación como de orilla a pesar de los años sin hacerlo. Primero, Serafí pare con su caña de mosca en mano dibujando una silueta que tantas veces ha moldeado el skyline de Tous.
Le acompañaban Serafinillo que apunta maneras de bassmaster.
Por último, el mestre haciendo honor al cariñoso nombre de su amigo Kike, sherpa touero, con un bass de 2.5kg con jerkbait.
Después de la pesca tocaba el momento de reencontrarnos en la comida con los compañeros que allí había, ¡grandísimos pescadores! y si cabe mejores personas, puesto que nos demostraron una confraternización increíble (dándonos consejos de gran valor y ayudándonos en lo que necesitábamos saber).
En la preparación de las viandas para el disfrute de los asistentes estaban los Revert. Nacho por una parte colocando la panceta sobre las parrillas.
Paco Revert asando la careta de gorrino y si se descuidaba también su oreja.
Nacho, persona llena de recursos, suplía la asistencia masiva de socios con hamburguesas hechas a mano.
Los Revert posan con sus ayudantes Javi Mateo y Miguel Ángel.
Para algunos de nosotros era nuestra primera quedada y todavía no teníamos el gusto de conocer a la mayoría de compañeros. Desde aquí animo a todos los socios del club que como nosotros, bien sea por falta de tiempo, por temor a rechazo que seguro no será el caso, o por inexperiencia, que acudan a todos los eventos que organice el club puesto que ellos nos ayudaran de seguro a ser mejores pescadores.
También me gustaría dar las gracias y nuestro reconocimiento a Nacho Revert y a su padre Paco por una comida especial, puesto que para que unos pocos estén disfrutando detrás del telón siempre hay gente como Nacho, Paco, Miguel y otros muchos que hacen el trabajo duro, a veces desconocido o poco apreciado. Mil gracias de parte de todos.
Mi único pesar fue no poder disfrutar de la tertulia de después de la comida durante más tiempo, puesto que estábamos a dos horas largas de casa y todavía teníamos que abrir el negocio familiar para trabajar.
Gracias por esta gran acogida y nos vemos pronto.