Tras un concurso doble en Cortes para olvidar en cuanto a lo que la pesca se refiere, tenía todo un agosto por delante para visitar los distintos embalses de la cuenca Júcar-Turia.
El primer embalse en ser visitado fue Contreras. Un embalse de aguas más frías que el resto de la cuenca donde la escasez de capturas suele ahuyentar a los pescadores poco valerosos. Así que me fui mano a mano conmigo mismo.
La primera captura tuvo que venir de un Sammy pues mi único Giant Dog se había quedado enramado en el concurso de Cortes. Un pez de kilo y poco del que sólo obtuve una foto un tanto borrosa y no digna de este foro.
Poco después barriendo una punta con el ya mítico Sculpo, patapam, clavé el mejor pez de la jornada. Un pez que pasaba el kilo y medio.
Sacaría más sardinotes (vocablo emiliano) durante el día, pero no dignos de ser fotografiados. Finalmente, por la tarde, en un escalón a 5 metros en una récula llena de troncos clavaría otro bueno.
Tras esta salida vendría una con Kike a Tous en busca de la termoclina prometida por su maestro, el sherpa touero. Subimos hasta los confines del río Júcar en Tous y más allá, cruzamos la Tierra Media entre aguas turbulentas para llegar a la tierra prometida que el sherpa retrataba en su post Unveiling hot spots.
Fuera lo que fuera, sólo conseguimos sacar un bass de 1.5kg en el arenal. De nuevo, con el Sculpo de Molix. El pobre Kike, tras más de 2 meses sin pescar no pudo sacar ningún buen bass.
Tras estas dos salidas llegó el turno de Fernan que vino solo desde Madrid para pescar un par de días en aguas valencianas. Nuestro Fede hizo de perfecto anfitrión y lo alojó en su casa durante 3 noches, además de proporcionarle todo tipo de productos de panadería y bollería de su propio horno. Todo un lujo made in Silla. La generosidad de Fede llegó al extremo de prestarnos 3 baterías para pescar el primer día en Benagéber, mientras yo reservaba mis baterías para el siguiente día en Tous.
Como he dicho, el primer día fuimos a Benagéber llegando a las 7:00. Decidí subir por los cañones buscando aguas más profundas con peces suspendidos en la termoclina. Fernan tuvo un buen ataque al paseante en los primeros lances, pero luego los peces se negaban a entrar a este señuelo.
Tuvimos la suerte de observar ese movimiento de basses en bancos por los cañones de Benagéber, pero atacaban nuestros jerkbaits blandos sin clavarse.
Siendo un enamorado de la pesca finesse (sin llegar al nivel de The Guardian) acabé pescando a drop-shot con una línea de 4 libras y así es como empezaron a salir peces de 1.2kg, 1.1kg y 1.0kg.
Yendo con Fernan como co-angler la calidad de las fotos estaba asegurada. Os dejo una foto de un bass inmortalizado en pleno salto.
Otro buen bass con mi vestimenta de tuareg para el verano.
Llegamos hasta Fuente Cabera donde comimos y volvimos a las puntas de la zona de la presa para ver si con el viento vespertino golpeando, los peces se hubieran activado.
Batiendo orilla contra el viento con crankbait tuvimos la picada del día, un buen bass de lomo negro picaba con agresividad y peleaba llevando el equipo al límite. Tras algunas dificultades Fernan zafó la mandíbula de este bass y lo izó a la embarcación.
Era un pez estilizado y parecía que ya tenía sus años. Midió 53 centímetros pero no llegó por poco a los 2kg. Como referencia, he sacado algún pez de 52 centímetros que pesaba casi los 2.5kg.
Todo una alegría tras una jornada de pesca de más de 12 horas buscando un pez como éste. Os dejo otra foto del maestro Fernan.
Seguimos batiendo la orilla, pero ya no sacaríamos otro pez como éste. Se estaba haciendo tarde y al día siguiente nos esperaba otra dura jornada de pesca en Tous. Así que dimos por concluida la sesión y recogimos bártulos para volver a casa.
Al día siguiente fuimos a Tous en muy buena compañía. Una selección de la armada porrera quedó a las 6:30 en el Domenech para lanzar una ofensiva conjunta al embalse de Tous. Las parejas se crearon ad hoc. Fernan vendría conmigo.
Paco Arroyo iría con El Jefe en la Nitro Avispa.
Las turbinas 80+80 listas para la acción.
Finalmente, Cisco llevaría a el Mune en su barco.
Paco y el Jefe se quedaron en la récula de Escalona, mientras Cisco, el Mune, Fernan y yo subimos por los cañones del Júcar. Fernan y yo hicimos una parada en la arboleda para ver si algún pez subía al paseante, pero nada de nada. Así que seguimos a Cisco y al Mune aguas arriba.
Los encontramos ya en acción de pesca antes de la récula de Fran, así que Fernan aprovechó para tirarles una foto.
Subimos más arriba para volver a empezar a pescar. No hacíamos más que sacar peces pequeños pescando por la orilla hasta que un ataque en mitad de los cañones me hizo reaccionar. Lancé el Giant Dog y segundos más tardes un buen bass lo zafaba en superficie. Tras una pelea espectacular, una bass de 1.8kg subía al barco.
Mientras tanto Cisco y el Mune sacaban sus respectivos basses.
Seguiríamos subiendo sin peces significativos buscando el agua más fresca que entra por el salto de Millares.
A partir de ese momento empezó un espectáculo de peces de talla clavados por Fernan con su Right Bait. No eran grandes peces, pero daban la talla.
Y por fin llegó la recompensa a la perseverancia de Fernan tras día y medio de pesca. Un buen bass de 1.9kg clavado en su crankbait peleaba a la otra punta de la línea. Por suerte, llevaba el salabre y no tuvimos que sufrir para asegurar el que sería el pez de la salida de Fernan.
Fernan despedía este bass touero hasta la próxima, mientras éste lo miraba de reojo.
Fuimos bajando para pescar algunos puntos y nos despedimos de estas dos jornadas de pesca pescando en las puntas de entrada a los cañones con un viento que parecía anunciar la captura de un buen bass. Finalmente no fue así.
Con esto termina mi ruta por los principales embalses de la Comunidad Valenciana en el mes de agosto en una huida hacia delante del embalse de Cortes donde los basses no dan la cara o simplemente comen con cuchillo y tenedor.