Al día siguiente después de dos días de camping, amistad y pesca en Cortes de Pallás de ensueño, Fede nos llevo a pescar a la piscifactoría (Tous).
Natalio, Fede y un servidor hicimos noche en el pueblo de Silla, un pueblo muy bonito y tranquilo. Quedamos muy temprano para ir a pescar a Tous.
Natalio y un servidor estábamos cansados de los dos días de pesca en Cortes de Pallás, pero estábamos con muchas ganas de pescar en este embalse de agua cristalinas.
Pues llegamos a Tous, echamos todas las cañas, agua, comida y empezamos a navegar por sus limpias aguas.
El paisaje es precioso, lleno de cortados y aproveche para hacer alguna foto.
Fede estaba también muy ilusionado y fuimos rumbo a lugares vírgenes y de ensueño.
Yo tenia muy buenas vibraciones de cómo se podría dar el día de pesca.
Empezamos a pescar en una recula, lance mi hélices, empecé a darle vida y salió de la nada un bass. Se quedó debajo de mi hélices y ¡zass!, picada. Empezó a saltar y a tirar, la lucha fue muy bonita y logré subirlo al barco, lo pesamos y dio 1.3 kg. Después de la foto fue devuelto al agua.
¡Qué aguas tan limpias, dios! Seguimos sacando más peces pero eran pequeños, estaban al fondo de las reculas, cada recula era como una piscifactoría, ¡qué pasada que se vea el fondo a 8 metros o más!
En uno de los lances Fede, un gran pescador y gran conocedor de la zona, clavó un bass majete. Su peso fue de 1.2 kg, después de la foto al agua.
Natalio seguía también sacando algún ejemplar pero de momento no tenía suerte. Seguimos buscando nuevos sitios en busca de peces más grandes. En otro de los lances, Fede chilló: ¡Lo tengo! Clavo un buen pez, empezó a saltar y a tirar a profundidad, ¡qué lucha tan bonita! Logró cansarlo y subirlo al barco, le felicitamos y le dimos la mano. Después de pesarlo, hacerle fotos y vídeo, de vuelta a su casita. Este bass dió 1.920 kg, sin duda, un buen ejemplar.
Fede estaba en racha y en un cortado con un vinilo logró sacar este bass de 1.4 kg.
Los sitios donde estábamos pescando eran de ensueño. Fijaos qué cortados y qué paisaje, impresionantes.
Natalio y yo, seguíamos sacando peces, pero ninguno de momento de mención. El calor apretaba y el hambre igual, buscamos una sombra para comer.
Después de comer reanudamos la pesca y yo le dije a Fede: Vamos a buscar puntas con roca. En una punta con roca, lancé uno de mis señuelos estrella, le di vida y cuando lo pase por encima de la roca, salió una mancha de la nada y ¡zas!, picadón.
Era un buen pez, empezó a saltar y tirar a profundidad, estaba muy fuerte y con la ayuda de Fede logre subirlo al barco. ¡Buff, qué alegría poder cogerlo con la mano! Lo pesamos y dio 1.930 kg. Unas buenas fotos, un buen video y le di libertad, ¡qué satisfación cuando lo sueltas!
La salida de pesca ya estaba recompensada con un pez así. Los peces estaban muy difíciles y encima es julio, meses de calor y los peces están apáticos.
Seguimos pescando buscando sitios en otra zona muy similiar a la anterior. Lancé mi señuelo estrella que tenía reservado para esta salida y ¡zass, picadon de infarto! Salió una mancha marrón verdosa de la nada y ¡qué picada, Dios!
Empezó a tirar y tirar hacia la orilla, tiraba como un barbo comizo de los del pantano de Cijara. ¡Qué fuerza, no me hacia con él! Cuando logré sacarlo de la orilla, empezó a sacar hilo y a tirar a profundidad, la caña parecía un junco doblada. Yo me decía: ¿pero qué tengo, qué me parte?
Otra vez a regular el carrete, pues poco a poco fui cansándolo y nos brindó también unos saltos preciosos. Con ayuda de Fede logré subirlo a barco. ¡Qué subidón de adrenalina! Este bass junto con otro que capturé en Cijara han sido de los basses que más han luchado en toda mi vida. Parecia un barbo comizo tirando. Lo pesamos y la báscula se paró en 1.990 kg. Estaba delgado pero era muy largo, no lo medimos, teníamos que haberlo hecho. Nunca olvidaré este bass por la lucha que me brindó. Después de unas buenas fotos y un vídeo, lo solte en esas aguas tan cristalinas de Tous.
Se nos estaba haciendo de noche y estábamos muy lejos del punto de partida. Seguimos pescando, sacamos más peces pero ninguno de mención. Los peces gordos estaban muy caros de coger.
De vuelta al coche se nos hizo de noche, pero yo estaba tranquilo sabiendo que Fede era un gran conocedor de Tous. Yo personalmente sentí algo que nunca había sentido, navegar de noche por aguas tranquilas, rodeadas de cañones y ver las estrella que brillaban con mucha luz. ¡buff, qué pasada! Navegando a motor eléctrico y sentir todo esto.
Despues de navegar más de 1 hora llegamos al coche. El agua estaba muy tranquila y logramos sacar bien la barca del agua. Volvimos a Silla muy cansados, pero muy contentos por ese día en Tous. Lástima que Natalio no sacara otro bass bueno para redondear la jornada.
Al día siguiente, Fede nos tenía preparada una sorpresa para Natalio y un servidor….