El xiquet de Benicalap había conseguido poner a punto de ebullición un grupo de Whatsup conocido como La Armada Porrera. Era tal la agitación de ese grupo que había movido el cuerpo a pescadores a centenares de kilómetros de distancia para que se congregaran en el embalse de Cortes el día D y a la hora H para pasar juntos un fin de semana.

Así que como si de una peregrinación a la Meca se tratara, las cañas más reconocidas de la contorná se dieron citas sobre las aguas azul turquesa de Cortes.

Cuando pusimos el primer pie sobre la rampa de botadura, el primer cable proveniente de The Boss (no se confunda con Juan El Jefe, padre de El Mune) nos puso en sobreaviso de la dureza de los peces últimamente. Sin embargo, era un fin de semana de camping en buena compañía y la pesca sería lo que fuera.

En la misma rampa nos encontramos con Fede, Fernan y Natalio, que habían llegado algo más tarde para que estos dos últimos se recuperaran de la caravana monumental que habían sufrido el día anterior. Tras la alegría del reencuentro, botamos sendas embarcaciones.

Mientras tanto, era ya muchos los compañeros que poblaban el embalse con sus embarcaciones, Cisco y Richi, el Mune y El Jefe, Arroyo en modo pro, The Guardian y el Presi, incluso ilustres pescadores del Alberic BassMaster, Paco Combres, Emilio Argente, Chimo (el de Navarrés) y algunos más. En pocas palabras, sólo faltaban los reporteros del ESPN para que aquello pareciera el Classic.

Las primeras horas de pesca en la zona de la presa fueron poco fructíferas, algún pez que se movía por aquí y por allá, pero nada digno de mención. Así que a media mañana buscamos a Fede y Natalio para ir a almorzar.

Emilio haría lo mismo en otra parte del embalse, y con una puntualidad inglesa, a las 10 o’clock se disponían a almorzar en una zona sombreada con cubata en mano.

Subiríamos a la zona del río, bajaremos a la zona del Ral, pero sin picada ni media. Al menos Fernan pudo disfrutar de la fotografía.

En ese momento me acordaba de los buenos basses que había venido sacando en Contreras. Sin embargo, Lázaro y Lorenzo que habían llegado allí de buena mañana, no había perdido el tiempo. Bueno, especialmente Lázaro, que ya de buena mañana sacaba su primer pez.

Más tarde, a media mañana sacaría un segundo a vinilo en la arboleda del Ral.

Por último, y para la desesperación del pobre Lorenzo, sacaría un tercer pez.

Emilio, buen conocedor del embalse, hacía valer su experiencia para clavar un buen bass.

Por otra parte, el Mune experimentó la voracidad de los alevines de bass sacando uno de ellos enganchado de la cola de un shap shade que se resistía a soltarlo incluso fuera del agua.

Sin embargo, esa mañana pasó por Cortes el pro de Benicalap haciendo un cupo que perturbó el ánimo de los que no conseguimos tener ni picada. Aquí van sus mejores dos capturas.

Sin darnos ni cuenta se había hecho la hora de comer y nosotros aún pescando. Así que cuando llegamos al embarcadero aquello parecía los alrededores del Mestalla cuando el Valencia juega en casa.

Menos mal que llevaba las boyas para proteger el casco de la Nitro, de lo contrario el Molt Honorable me hubiera expropiado la 482 sin más dilación.

Allí ya estaba la armada porrera, disfrutando de sus viandas a la sombra de los pinos.

Después de la comida nos hicimos una foto para el recuerdo de este fin de semana de camping en Cortes.

De izquierda a derecha, Lorenzo, Lázaro, Fede «el forner», Natalio, Fernan «The Coach», Serrano, David, Arroyo, Emilio «The Guardian», Jose Luis «El Mune», Jorge «The Doctor», Cisco «El KVD de Massamagrell», el Presi, Richi y El Jefe.

Acto seguido, «The Guardian» en representación de La Armada Porrera hizo entrega a Fernan de la camisa que lo oficializa como «The Coach» para la Soner Euro Nitro Cup 2013.

Un grupo selecto subió al pueblo de Cortes a hacerse un café a lomos de la furgona de Fede como si fueran barras de cuarto.

Arroyo ya estaba con ganas de irse a pescar de nuevo, cuando Fernan llegó justo a tiempo para disfrutar de una jornada de pesca vespertina a lomos de La avispa.

Por otra parte, Natalio y un servidor empezamos pescando las primeras playas del río que se hayaban a la sombra. A los pocos minutos, Natalio con un hula senko a texas sacaba su primer bass de casi 1.5kg.

El Mune y El Jefe habían disfrutado de la pesca por la tarde y en un hot-spot clavaron un par de bueno peces con jerkbait blando ligeramente plomado.

Este último pez dió en la báscula un peso de 2kg. Sorprendentemente gordo para la época del año en la que nos encontramos.

No tendríamos más picadas hasta los minutos previos al ocaso en los que algunos peces subieron a comer en superficie. La picada de este bass se produjo en aguas abiertas rompiendo la superficie del agua. ¡Espectacular!

Minutos después, entre dos luces, nos dirigíamos al pantalán del pueblo de Cortes para cenar y pernoctar. Emilio, aspirante a delegado de festejos, se había encargado de pedir bocadillos diversos y tapas de sepia, calamares, bravas y entremeses para que no nos faltara de nada. Aquello, junto con las 4 bandejas de saladitos y dulces que David había traído para comer y cenar cerraban el círculo. Muchas gracias, David.

Obviamente, la tertulia de sobremesa fue lo mejor del día, ya que la pesca escaseó significativamente. Fernan y Natalio nos relataban de primera mano los peligros de una gran urbe como es Madrid, mientras disfrutabamos de las anécdotas que allí se iban desgranando. Así estuvimos hasta la 1:00am cuando el sueño nos venció definitivamente y cada uno buscó un rincón para acostarse. Entiéndase rincón como tienda de campaña, coche, barco o directamente una colchoneta sobre el suelo. Arroyo nos abandonó como buen marido, para dormir en casa con su mujer.

A la mañana siguiente, una fresca y húmeda brisa nos despertó. Menos mal que había traído una manta gruesa, pues estaba empapada por la humedad del embalse (aviso para los que quieran pernoctar en Cortes). Sin embargo, cuando dirigí mi mirada hacia el barco de Emilio, había un bulto blanco tapado con una fina sábana de verano que parecía sufrir de convulsiones. Efectivamente, Emilio estaba pasando más frío que un perrete. Así que hubo que vestirlo y reanimarlo para que entrara en calor. Afortunadamente no fue necesaria la famosa pistola de descargas eléctricas.

Nada más levantarse, Cisco y Richi se cruzaron a la higuera y a la primera llança peix. Richi con un senko daiquiri de 5″ clavaba el mejor pez de la jornada. Nótese la cara de felicidad del afortunado.

No había amanecido del todo todavía cuando Fernan y yo estábamos surcando las aguas con nuestros sendos paseantes. No hubo que esperar mucho para ver como mi paseante era engullido por un buen bass que rompía la superficie del agua. Tras algunos segundos de pelea, el bass se zafaba de mis poteras y Fernan, como buen coach, al observarlas me reprendía por su baja calidad.

Afortudamente, tuve una segunda oportunidad con otro bass que falló al cazar un alburno a escasos 4 metros del barco y cogía mi paseante en su lugar.

Tras esa primera hora, decidimos pescar las zonas de sombra del embalse.

En una de estas zonas, Fernan sacaría su primer captura en Cortes tras mucho insistir y no desistir.

Como bien dice Fernan: Esto no es como empieza, sino como acaba.

Fue una mañana con muchas menos embarcaciones, pero los peces seguían sin dar la cara.

Mientras tanto, el Mune clavaba un buen bass con un Lucky Craft Flat CBDR en color Spanish Alburno.

Finalmente decidimos ir al Prebetón para jugarnos todas nuestras bazas. En el primer lance con un ika, un escuálido bass lo apresaba en la caída y me daba mi segunda captura de la jornada.

Ya no quedaba mucho tiempo para mucho más. Llevé a Fernan a la última punta con coberturas, pero no tuvimos suerte.

Ya de vuelta recogimos a Cisco y lo llevamos a puerto. Sacamos los barcos, y tranquilamente Cisco y yo comimos a la sombra de los pinos entre una agradable conversación.

No sin antes despedirnos de Fernan, Natalio y Fede que estaban deseando llegar a casa para recuperar fuerzas para las siguientes dos jornadas de pesca en Benagéber y Tous, pero esto ya será otra crónica que dejo en sus manos.

Las últimas palabras de esta crónica son de agradecimiento a los compañeros que allí nos reunimos por el buen ambiente reinante y lo bien que lo pasamos todos juntos. El siguiente camping será el concurso doble de Cortes, y eso ya será otra historia.