El pasado sábado fui con mis polluelos al embalse de Contreras, como no. Llegamos tranquilamente a las 9:30 con un sol que pegaba con ganas y una calma casi total.

Tan pronto Andrés como bajo del coche se quedó enamorado del montaje hinchable de Kiko Park, Jump & Bump, pero hoy no tocaba dedicarse a estos menesteres. Observamos que en la rampa estaban ya unos cuantos rivales del próximo domingo que habían madrugado.

Nos dirigimos aguas arriba buscando aguas vírgenes, pero algunos nos llevaban la delantera, así que hubo que hacer un esfuerzo extra aprovechando la quietud total del agua.

En la primera punta, Andrés clavó un buen lucio con spinner que se escapó tras pelear los primeros instantes. Los basses que vimos estaban demasiado pescados para querer volver a morder nuestros engaños, así que seguimos subiendo rápidamente. En una de las reculas donde paramos momentáneamente clavaría un luciete de los que proliferan en Contreras.

Llegados al punto P a la hora H empezamos a batir agua y el primero en subir un bass al barco fue Andrés con su Rapala DT10. Como siempre su aprensión para coger al bass de la mandíbula le hace poner caras.

Así que yo le aguantaba de la mandíbula y él de la cola.

Seguimos por esa orilla y los peces fueron saliendo. Conseguiría mi primera captura.

Poco después a pez visto conseguiría mi segunda.

Más tarde vendría una tercera que Andrés no acertó a subir al barco. Se nos estaba haciendo tarde y había que volver. En el camino paramos en una isla paradisiaca a comer mientras observábamos desde un punto cenital como un bass mediano era toreado por una pareja de avezados alburnos.

Seguimos bajando mientras mis polluelos bien comidos, echaban la siesta con un calor ya importante. Era tal el calor (para ellos), que tuve que refugiarlos en una orilla sombreada.

Poco segundos después Andrés saltaba al agua, y minutos después mientras hablaba con Javivi, mi hermana lo seguía.

Iba pescando la orilla con dos náufragos agarrados de la borda, cuando clavé la captura de la jornada. Ya os podéis imaginar el tamaño del fiera.

Como se hacía tarde pusimos rumbo a la rampa para ser los primeros en sacar el barco. Poco después llegarían los ZZ que iban de estreno con su torqueedo (algunos chiquillos no vienen con un pan bajo el brazo) y Javivi los seguiría.

Y hasta aquí la jornada de entrenamientos oficiales, antes de que lleguen los oficiosos de los malandrines que se escaparan entre semana. Suerte a todos.