El pasado 26 y 27 de abril celebramos el Finde del Club por todo lo alto entre el embalse de Contreras y las instalaciones de Kiko Park, aunque algunos pasaron más tiempo en Kiko Park que en el embalse.
Sólo hubo una pareja de intrépidos que madrugó para pescar el sábado. Lázaro y Lorenzo se encontraron con un embalse para ellos sólos. De hecho, se habían levantado a las 4 am. Eso sí que es afición.
Miguel y un servidor llegamos como señores a las 10am con una fina lluvia que todavía caía, pero que desapareció enseguida. Luego llegaría nuestro Presi con Paco Revert. Hubo otra pareja que se equivocó de embalse y se fueron a Benagéber, pero esa es otra historia.
Lázaro y Lorenzo se adentraron en la récula del camping, mientras que Miguel y yo buscabamos las réculas de la cruz de hormigón.
Lorenzo se dedicó a pescar lucios que le entraban sin querer, mientras Lázaro sacaba basses.
Miguel y yo intentábamos sacar algún bass, pero con un frente frío entrando, los peces no estaban por la labor. El agua estaba relativamente fría para la época del año en la que nos encontrábamos, con 14ºC en embalse abierto y 15ºC dentro de las réculas.
Pudimos ver algún bass que otro dentro de las réculas, pero con unas aguas cristalinas, nos veían antes de que pudiéramos tentarlos.
Mientras tanto, nuestro presi ya no hacía porra y se marcaba un buen lucio.
La sesión vespertina ya dentro de la recula de la cruz de hormigón fue algo más productiva. El primer susto importante le llegó a Miguel cuando una carpa de 8-9 kilos le entró a un jig en aguas turbias. En el primer momento no sabía lo que era, pero rápidamente se dió cuenta que aquello no podía ser un bass mientras aquello zarandeaba un árbol sumergido.
En esa misma recula sacaríamos el primer bass con una spinner en una playa donde el agua golpeaba ligeramente en la orilla. Una hembra a punto de reventar que tras la foto fue devuelta inmediatamente al agua.
En esa misma recula fallaríamos un segundo bass, y poco después volvíamos a puerto cruzando un mar sobre una cáscara de nuez . Cuanto echaba de menos a la Nitro en esta situación. Como bien proclama Arroyo: ¡Contreras navegable!
Mientras tanto, los cuñados (Lázaro y Lorenzo) no perdían el tiempo y parecía, que a pesar de no competir no perdían la práctica, aprovechaban al máximo sus oportunidades de pesca.
Ya veíamos la rampa de botadura cuando sacamos el segundo bass con una spinner de nuevo.
Finalmente, Miguel consiguió sacar un lucio a última hora.
Fuimos los últimos en salir del embalse con barca, porque allí quedaron pescando de orilla Tere, el Ferra y Serafinillo. Nos vino justo para salir del embalse antes de que se pusiera a llover.
Cuando llegamos a las casetas de madera, nos habíamos perdido la merienda. Se no pasó completamente. Sin embargo, algunos que habían llegado por la mañana no habían perdido el tiempo.
Nos sumamos al jolgorio picando un poco de queso y chorizo antes de cenar. La cena fue notablemente mejor que la del pasado año con un primer plato a elegir entre huevos rotos y ensalada campera, y un segundo plato que fue paletilla de cordero.
Después del postre vino como ya va siendo habitual la torta de manzana de la mano del mestre forner Jose Federico Romeu Espuig. Hubo algunos que reconocieron que aquella era la mejor torta de manzana que habían probado en su vida. Lo puedo certificar. Muchas gracias, Fede.
Después sorteamos la Custom Rod de nuestro patrocinador Paco y Nacho Revert que fue acompañado de un carrete Tica. Sin embargo, Nacho se dejó la Custom Rod en casa. Es lo que tiene ser el delegado de festejos y tener que venir cargado con todo lo necesario para que otros disfruten. Una vez más, muchas gracias a los Revert por entregarse por el club.
El agraciado en esta ocasión fue Javi Mateo. Fuimos muchos los que nos alegramos que él fuera el destinatario de esta Custom Rod.
Ya sólo nos quedaba la tertulia entre cubatas. Allí estuvimos tomando el fresco mientras comentábamos todo tipo de anécdotas de pesca. Algunos iban más afectados que otros y otros lo disimulaban muy bien.
El momento cumbre de la velada vino con la lección magistral de Don Francisco Revert Dasí a los tres afortunados que escuchábamos atentamente sobre los distintos tipos de mosca y su relación con el ciclo de vida del insecto real.
Poco después, una fuerte bajada de las temperaturas nos tiraba a la cama. Nos despertamos con una visión, que si bien la predicción meteorológica ya lo adelantaba, no dejo de sorprendernos. ¡Estaba nevando!
Algunos atrevidos se bajaron a pescar de orilla, pero otros desayunamos y recogíamos los bártulos para volver a casa bajo la nevada.
Poco a poco nos fuimos despidiendo unos de otros para volver a casa. Este año el Finde del Club estuvo algo descafeinado por las condiciones meteorológicas, aunque las ganas de fiestas no se vieron mermadas en ningún momento. Sólo me queda agraceder a Nacho Revert, nuestro flamante delegado de festejos, que se ocupó de que no nos faltara de nada.
Muchas gracias a todos y hasta el próximo año en que celebraremos el 20 aniversario de la fundación del club.