El pasado mes de abril quedamos en el pueblo toledano de Puerto Rey con Kike. Ese día fuimos yo y Mata desde Madrid y Kike vino desde Valencia. Fuimos a un bar del mismo Puerto Rey y desayunamos. Después de desayunar enganchamos una barca con un 15CV que alquilamos al coche de Kike que lleva su bola de remolque y pusimos rumbo al pantano de García Sola.
Una vez botada la embarcación en el agua, metimos las cañas, comida y todo lo necesario. Fuimos a una de mis zonas favoritas y empezamos a pescar. En uno de los primeros lances, lance un vinilo y ¡zass! Picadón, clavo y empieza a tirar, se eleva y salta fuera del agua. Era un buen bass. Después de una buena lucha conseguí subirlo al barco. No podia empezar mejor la jornada de pesca en los primeros lances. El peso nos dió 2.015 kg y 50 cm, un precioso bass.
La jornada de pesca pintaba muy bien, sacar un buen pez pronto da mucha confianza para seguir pescando. Otra instantánea de este precioso bass del García Sola, otro de los paraísos extrémeños y de toda España.
Seguímos pescando y en otro de los lances sobre las 10:00 de la mañana, picadón al vinilo, clavo y después de una lucha muy buena logro sacar este bass que estaba gordito para lo que media. Pesaría cerca del 1’6 kg.
Kike y Mata lo intentaban y de momento sin suerte. Cambiamos de zona y buscamos árboles sumergidos. En uno de los árboles lance un jerkbait blando y salió un bass de la nada y picadón. Clavo y empieza a saltar un bonito bass, después de una lucha corta lo subo al barco. La media no estaba mal, rondaban casi todos el 1.5 kg y 1.6 kg.
Empezamos a buscar peces en zonas más someras que yo intuía que nos iban a dar buenas capturas. Kike y Mata navegando. Je, je, las risas que nos echamos con el Mata.
El pantano está altísimo y lleno de coberturas semisumergidas.
Llegamos a la zona elegida que ya conocía muy bien. Lance mi vinilo especial, lo dejo reposar un poco, le doy vida y ¡zass!, picadon. Clavo y empieza a tirar y tirar sacando hilo, dije: ¡Este es bueno, tocho!
La caña doblada pero bien, empecé a cansarle y de repente se eleva y salta. ¡Buff, qué bueno Kike, qué no se escape! Después de una lucha buenísima logre hacerme con él, que alegría Dios, lo pesamos y la báscula se paró en el 2.125 kg.
¡Qué librea tan bonita! Después de unas buenas fotos le dimos suelta lo mas rápido posible ya que estamos en época de freza y es lo suyo. Mirad que boca.
En la suelta nos dió este salto que Kike inmortalizó.
Kike y Mata se estaban chinando conmigo, porque ellos se les estaba dando mal hasta el momento. Yo les animaba y les decía que estuvieran tranquilos que iban a sacar peces buenos. Kike hasta el momento había sacado alguno pero sin mención y Mata estaba en su mundo, je, je.
Nos fuimos a la orilla para comer en una zona que está muy bien con una buena sombra. Esta precioso el pantano con las jaras en flor.
Después de comer reanudamos la pesca, nos dirigimos a otra zona buena que yo sabía. Seguimos utilizando las técnicas que a mí me habían dado los frutos. Por fin Kike logra clavar un bass muy decente, después de una bonita lucha logra subirlo al barco.
Era su récord en este pantano que era la segunda vez que lo pescaba. El bass dió 1.6 kg, yo también me alegré mucho y les dije a los dos: ¡Venga, a por uno bueno!
Seguimos pescando y en otro de los lances que hice con mi vinilo estrella, ¡zass!, picada y clavo. Como luchan estos basses, ¡qué fuertes están! Después de los saltos y de la lucha logro subirlo, era otro pez muy bonito y estaba gordito según su medida. Otro bass muy decente de 1.5 kg de peso, la media estaba muy bien, después de la foto al agua.
Continuamos pescando y Kike hizo un lance con un jerbait blando. De repente parada en seco, era un picada seguro, clava y ¡zass! Era un buen bass, tiraba bastante y se le enramo, pensábamos que lo perdía, pero Kike acostumbrado pescar en las coberturas valencianas logró sacarlo de unas jaras sumergidas y continuó la lucha. Al final logró subirlo al barco, le felicite porque era un buen bass. Él también se puso muy contento, lo pesamos y nos dio 1.950 kg.
Otra vez batía su récord en este pantano, después de la foto al agua.
Continuamos pescando en otra de mis zonas favoritas. Lance otra vez mi vinilo, lo deje reposar, le doy vida y ¡zass!, picada. Vuelvo a clavar y ahí estaba otro bonito bass que logré sacar y subir al barco. ¡Qué bravos son estos basses no se rinden!
Sacamos más peces a los que no hicimos fotos, a mí se me fueron tres basses de buen porte en el salto. Mata perdió 4 basses y uno de ellos le partió el hilo por no tener el freno del carrete bien regulado. Pero así es la pesca.
Cambiamos de zona y estaba ya anocheciendo poco a poco. Mata por fin se estrenó y logró sacar este bass de las aguas del García Sola.
El día estaba terminando, Kike y yo estábamos muy contentos. Teníamos los dedos peladitos de los basses.
Este último bass lo capturé con mi vinilo estrella. La misma técnica, lanzo, lo paro y al rato le doy vida. Noto una retención, era picada seguro, clavo y ahí estaba. Empezó a saltar y a tirar. ¡Qué lucha tan bonita me brindó este bass!
Logre subirlo al barco, lo pesamos dando un peso de 1.720 kg. Perfecto para terminar una jornada de pesca para mi inolvidable, naturaleza, pesca y amistad ante todo. Me he podido dejar algunas cosas, pero este es el resumen de un día 10 en el pantano de García Sola.
Kike se lo paso muy bien y no olvidara este día juntos. Mata tuvo sus oportunidades y las desaprovechó. Yo me lo pasé pipa este día. Esta crónica va dedicada a Kike, Mata, a mis amigos y amigas, y como no, a esa gran familia del Valencia Bass Club.
Un abrazo para todos.