En este segundo concurso social de orilla celebrado en Beniarrés, muy a mi pesar, no pude estar con los chavales, así que ellos se hicieron cargo de la competición, llevándose David, el peso y las plicas.
Los deje solos ante el peligro y vaya la que montaron, hundiendo coches y grúas en el barro y hubo quien hasta tuvo que pasar por la prueba de la alcoholemia en presencia de la benemérita que paso con 0.0 grados. Así que se lo pasaron cañón y volvieron a casa con un montón de anécdotas.
Como no pude estar en persona, os cuento lo que vivieron gracias a los mensajes que me han enviado, así como conversaciones con ellos.
En los días anteriores de la competición las lluvias fueron torrenciales en la zona. Esto propicio que el embalse de Beniarrés, 3 dias antes de la competición, estuviera desembalsando agua. Hecho que no se producía desde hacía varios años.
Al llenarse el embalse por completo, desaparecen prácticamente todos los caminos y accesos a las orillas, lo que hace complicado para los participantes localizar un sitio donde apostarse para poder pescar. Al igual que para los peces, estas zonas ahora inundadas son totalmente nuevas para ellos y les cuesta situarse en ellas.
El dia fue fresquito soplaba un poco el viento, pero como era de esperar, conforme avanzaba la mañana iba aumentando la fuerza del viento haciéndose mas tedioso hacer lances. Las picadas eran muy espaciadas en el tiempo y leves por lo que terminaría siendo un día pobre en capturas.
Israel decidió aventurarse en la misma zona del año anterior donde le dió buenos resultados. Buscó los basses a fondo despacito y en vista de que no tenía éxito probó con la spinner. Al rato, ¡Zas!, ya tenia clavado un buen bass kilero. Isra pensó que había dado con la clave, pero no fue así. Durante el resto de la mañana solo una picada más, sin suerte. Por su parte el resto de participantes iban intentando por donde podían pescar.
Antonio (el Boludo), que es nuevo en este gran grupo, fue intentándolo por todas parte sin más suerte que leves picadas. El viento y el agua muy turbia impedía poder decidir con qué y cómo poder pescar.
Daniel casi al final de la jornada se quedó su coche atascado en el barrizal de un camino y tuvo que pedir ayuda para que alguien presentara su único pez al pesaje. Llamaron a una grúa para rescatarle el coche…
…que a la postre quedaría también hundida en el barro.
Parece ser que el día en cuestiones de pesca fue muy complicado, pero por suerte la gente lo pasó fenomenal con anécdotas que pudieron compartir en la hora de la comida.
Otra anécdota le pasó a Israel que viéndose con el triunfo final, decidió dejar las cañas en el coche.
En eso que se acercó a «El Gallego» que portaba un pez pequeño y le preguntó si había ganado un concurso en el último minuto. En ese momento, «El Gallego» clavaba un gran pez a tan sólo 2 minutos del final, ante la atónita mirada de Israel.
Moraleja: «Nunca des nada por perdido o ganado hasta el último segundo«.
Así quedó la clasificación de este segundo social desde orilla en Beniarrés:
Puesto | Nombre | Capturas | Puntos | |
1º | José A. Balboa «El Gallego» | 2 | 2100 gramos | 32.10 |
2º | Israel Soto | 1 | 1090 gramos | 27.09 |
3º | Daniel Sevilla | 1 | 970 gramos | 24.97 |
4º | Francisco Valera | 1 | 450 gramos | 22.45 |
5º | Sergio Lopez | 1 | 360 gramos | 20.36 |
Pieza mayor del día: José A. Mazaira (1180 gramos)
El resto de participantes cero puntos, aunque por las fotos nadie diría que fue así.
Una foto de familia de los intrépidos participantes del segundo social de orilla.