Bueno ya estamos de nuevo aquí. El primer concurso social desde orilla daba comienzo en las marjales de Xeraco y Gandía. La época del año no era la más apropiada, pero con un calendario de competiciones cubierto prácticamente por completo. No quedaba más remedio que irnos a una de las zonas donde las temperaturas fuesen algo más llevaderas para nosotros como para los propios peces. Pero claro, estos casi dos meses que llevábamos soportando de viento y la bajada repentina días antes de las temperaturas hacia presagiar que la pesca sería dura y tediosa.
Aquí os dejamos una instantánea de los competidores de orilla 2013 con nuevas caras y algunos clásicos.
Eran las 7:30 de la mañana con temperatura de 11 grados y comenzaba a soplar fuerte el maldito viento. Los participantes nos reencontrábamos de nuevo y entre bromas y risas pasábamos a dar comienzo de la primera de las pruebas que nos esperaba este año.
Los chavales nerviosos subían a sus coches en búsqueda de los mejores sitios donde probar suerte. Yo por mi parte viendo que el día seria duro decidí ir a buscar un sitio donde el viento no molestara a los participantes y que tal vez diera mejores resultados.
Finalmente, me acerqué a la parte del río de la zona de Xeraco hacia la playa. Allí una arboleda podría protegernos del viento reinante. Nada más lejos de mi pensamiento, pues ni tan siquiera podía tenerme en pie del vendaval que soplaba. Decidí buscar suerte en otro lugar, hacia el Grao de Gandía, en una acequia protegida de grandes cañares. ¡Qué bien! En este lugar no soplaba tanto el viento. Fui ametrallando la zona en busca de algún Bass que estuviera apostado con ganas de comer, pero nada, la zona parecía desierta.
Ya en mi último lance antes de dejar la zona, se me enganchó el señuelo en unas ramas junto a la orilla. Pensé: «Si alargo el brazo lo desengancharé«. Veo que me falta apenas un palmo para conseguirlo. Me agarro a una gran caña para no perder el equilibrio y me estiro para soltar el señuelo. Cuando de repente oigo un “crack” a mis espaldas, la caña se ha soltado del suelo y yo termino precipitándome dentro de agua.
Solo se salvo de mojarse la cabeza y un brazo, la manga del cual me serviría para secar mi móvil y los mandos del coche para intentar que no se estropearan del agua. Tuve suerte que pude secarlo y que todo siguiera funcionando. Llamo por teléfono a Francisco le comento que me ha pasado y que ya que vivo cerca del lugar me voy a casa a ducharme y a cambiarme de ropa.
Tras mi vuelta a la marjal intento localizar a los participantes y en vista que no los encuentro por la zona del pesaje decido quedarme por allí haciendo algunos lances más antes del pesaje.
Antonio, es junto a David y “los Pacos” de los primeros en aparecer. El Gallego tuvo la mejor suerte pues portaba dos peces que a la postre terminarían dándole el primer puesto.
Omar hace aparición y porta un pez, todos los peces son de tamaño normalito.
El comentario de todos los participantes es prácticamente el mismo. No han obtenido ni tan siquiera una picada. Así que el pesaje fue breve, pues en total sólo el Gallego y Omar consiguieron su objetivo. Fue un día demasiado duro para todos.
El Gallego se alzaba como campeón del primer social de orilla 2013 con dos peces y pieza mayor con un peso de 776 gramos y un total de 1194 gramos. Por su parte Omar con su pez de 410 gramos consiguió el segundo puesto. Todo un triunfo habiendo vivido una mañana tan difícil y dura de pesca.
Tras el pesaje y algunos comentarios de lo acontecido durante la mañana tomamos las pocas fotos que había ocasión de hacer y decidimos dirigirnos a nuestra particular parcelita entre naranjos donde reponernos de las fuerzas y el frío con una comida de amigos. Allí fuimos comentando dónde y con que habíamos pescado o más bien intentado pescar, llegando a la conclusión que la pesca con jigs y con señuelos a fondo movidos muy lentamente fue lo único que hizo mover a algún que otro Bass.
Con nosotros estaban como nuevos este año Miguel, Dani y “los Pacos” disfrutando de la comiday relatando entre risas las anécdotas que nos íbamos acordando. Estos participantes de orilla siguen siendo un año un buen grupo de amiguetes con muchas ganas de aprender y sobre todo, de pasarlo fenomenal.
Hemos de tener en cuenta que todo esto forma parte de algo que para mí es muy importante y no es otra cosa que: «Hacer afición, hacer club”, y estos chavales son la mejor representación de ello.
Gracias a todos y seguir así!
El tío Berni