Dado que mi hermana había terminado su trabajo fin de máster, hicimos una salida a Cortes para despedirnos de este embalse como merece por este año.
Como os podéis imaginar, allí no estaba ni el tato y hacía un frío que tiraba para atrás. Tras calentar el motor adecuadamente nos dirigimos a pescar la récula del Prebetón. Empezamos pescando con vinilo, pero pronto pasé al jerkbait.
Al entrar a una de las réculas me encontré con un bass de 1.5 kg a la sombra en un palmo de agua. La temperatura dentro de las réculas era ligeramente superior que fuera de ellas, unos 11.5ºC. Estuvimos probando por allí, pero no tuvimos picada. También probamos en las coberturas densas con jig, pero nada de nada.
Probamos a subir al río, aguas arriba, pero soplaba un viento en contra considerable y el agua estaba a 10ºC. Estuvimos escasamente media hora y huimos para volver a la récula de la casa.
Allí probamos el escalón que hay justo debajo de la casa en la orilla izquierda. Finalmente, tras probar un rato con un poco de todo por esa orilla, giramos a la izquierda y ya con el jerkbait, clavo el primer pez de la jornada. Estaba a punto de desesperar.
Fue toda una alegría. Seguimos batiendo orilla en el sentido de las agujas del reloj y cuando llegamos a la punta de fuera de las récula de los tocones, otra vez dejo el jerkbait suspendido sobre la punta unos segundos y noto un ligero toque. Era el segundo, algo más pequeño, pero se notaba que los peces se estaban animando al pasar horas de sol.
Paramos para comer y después fuimos a la primera récula del Prebetón. Probé a pescar la cobertura de árboles tumbado con jig, pero nada. Mi hermana desesperaba, aunque estaba entretenida con las picadas de los peces-piedra y los peces-rama que le hacía llegar su GLoomis IMX.
Finalmente decidí ir a una zona de la presa que me trae buenos recuerdos pues tuve el privilegio de pescarla con el Molt Honorable en un invierno de hace dos o tres años y saqué allí uno con jerkbait. Hicimos esa récula sin picada. Cuando ya no me esperaba ninguna picada más y estaba inmerso en mis pensamientos mientras sacudía el jerkbait como un autómata, noto una picada a escasos metros del barco. Era el tercero de la jornada.
Pescamos un rato más, pero empezaba a anochecer y no quería sacar el barco de noche. Así que fuimos para el embarcadero y puse a mi hermana a los mandos de la tanqueta. Afortunadamente esta vez esta mujer sacó la Nitro Force One sin ningún problema, al más puro estilo de la mujer de Gerald Swindle.
Os dejo aquí una postal de navidad despedida del año posando con un bass de Cortes y tuneada por mi cuñao.
¡Feliz Año Nuevo!