III Soner Euro Nitro Cup (Day 1)

Fue una noche larga, pues mi resfriado me permitió dormir escasamente 3 horas, pero la hora llegó. Sonó la alarma a eso de las 5:30am y de un bote nos pusimos en pie. Nos abrigamos bien ya que la humedad a pie de embalse era considerable.

Al llegar al embalse una larga cola de barcos con una silueta serpenteante y multicolor nos daba la bienvenida.

Eran las 6:30, más de hora y media antes de nuestra salida que sería a las 8:16. Dejé a Kike al mando de la tanqueta y me bajé al parking para preparar el barco. Este hecho fue clave para que pudiéramos salir a tiempo, ya que la organización se vió desbordada por la gestión del tráfico.

La imagen del embalse de Cíjara antes del amanecer con decenas de barcos siendo botados era sobrecogedora.

La botadura de las embarcaciones se realizó sin más sobresaltos, a excepción de una Nitro Z9 que estuvo a punto de implementar la técnica de la Doble Botadura. Técnica en la que todoterreno y embarcación son botados conjuntamente por el efecto deslizante del barro de la orilla. Afortunadamente no hubo que lamentar ninguna pérdida automovilística.

Tras las botadura, nos dirigimos a eléctrico fuera de la bahía a través de un estrecho cañón rocoso. Kike, estrella del rock, narraba en primera persona el comienzo de nuestra aventura.

Poco después llegamos al barco de control que daría el pistoletazo de salida de nuestra aventura. En este punto tenemos que decir que nuestros compañeros Paco y Cisco no llegaron a tiempo de su salida y fueron sancionados a salir los últimos. Esto ocurrió a pesar de estar hora y media antes en el embalse, y se debió al atasco que se formó en el acceso al embalse el primer día. El segundo día este problema fue resuelto perfectamente por la organización.

Volviendo al tema que nos concierne, estábamos a punto de salir a conocer Cíjara por primera vez y Kike, cámara en mano, no desaprovechó la ocasión.

Salimos a tope para buscar alguna de las puntas que nos había recomendado nuestro SS. La Nitro Force One, como la rebautizó Kike, cabalgaba a las mil maravillas sobre las aguas del Guadiana. Aun así, una Z9 nos pasó por el lado a toda velocidad.

Paramos en una punta que tenía buena pinta y empezamos a pescar. Kike hace el primer lance sobre la punta con un crankbait, y «a la primera llança, peix». Un lucio que no tardaba ni un segundo en cortarle. A continuación, pruebo yo con un jig, y jig por los aires, pero por los aires, de nuevo un lucio se llevaba el señuelo. Los lucios, al menos los lucios parecían activos.

Sería el cuarto lance de Kike cuando ya llevaba un bass de buen tamaño clavado en la otra parte de la línea. Yo remolineaba a su alrededor como sacadera man para subir a bordo a nuestro primer buen bass. Efectivamente, ese pez subió al barco y me apresuraba a llenar el vivero y echar polvos relajantes. Kike y yo emocionados, chocabamos las manos. Ese tempranero pez le valdría a Kike el oficioso trofeo de «Morning Glory Bass«.

Seguimos por esa orilla y en la siguiente semirécula, tengo una picada a la caída con texas. Vuelvo a lanzar y patapam, ¡otro, otro! Esta vez era Kike quien hacía de sacadera man. Ya llevabamos dos, increíble. Dentro de esta semirécula cambiamos de orilla, y lanzamos en otra dirección, patapam, pim, pam, un altre. Kike y yo nos abrazabamos, tres peces en menos de una hora. Estabamos en una récula mágica, pues detrás de este tercer pez venía siguiéndolo un cuarto que no sacaríamos.

Eufóricos nos cambiamos de zona buscando otras puntas.

Foto cortesía SONER S.L.

Paramos en la entrada de una récula grande. Nos ponemos a guarrear en la punta con un jig, cuando en eso que pasa por allí una flamante Z9 y acto seguido noto una picada de un keeper que sería nuestro cuarto pez. Los de la Z9 se alejaban como la niña del exorcista, mientras miraban de espaldas con que peleaba yo al otro extremo.

Solo nos quedaba uno para el cupo. Ni en nuestras mejores predicciones avistabamos tal resultado. Viendo que el interior de la récula estaba ocupado, nos dirigimos aguas abajo en búsqueda de otra punta. Allí fue donde fuimos inmortalizados por la organización con una foto preciosa y allí sacaría Kike el pez que nos daría el cupo aplicando su técnica de heavy vertical fishing.

Nos pasamos a la punta de enfrente y Kike volvía a clavar otro pez aplicando su técnica de heavy vertical fishing. Era el sexto. Sin duda alguna, los sabios consejos del maestro touero del jig parecían haber permeado su alumno desaventajado. Como hicimos con cada uno de los peces, las coordenados GPS del lugar de la captura fueron grabadas.

Teníamos un pez algo desorientado que no paraba de darse la vuelta y había llegado el momento de soltar un pez. El dilema estaba en cualquier soltar. Soltabamos el pez desorientado o el keeper de la Z9. Nos la jugamos y soltamos el keeper.

Ya teníamos el cupo ante todo pronóstico y decidimos subir aguas arriba a explorar nuevas zonas. De nuevo nos cruzamos con José Pastor que nos volvió a inmortalizar. Nosotros agradecidos saludábamos a la cámara efusivamente.

Foto cortesía SONER S.L.

Nos metimos en las réculas del río Estenilla en busca del 3.000 🙂 Comenzamos a pescar una pared, cuando Kike clava de nuevo otro pez. Me apresuro a ensalabrarlo, pero no llego y lo perdemos. Una lástima. A continuación vendría un lucio que cortaría la línea a Kike. Yo me convertía en invitado de piedra al festival de pesca que estaba dando Kike.

Pocos metros después, Kike clavaba su séptimo pez que ensalabré en pleno salto fuera del agua. Esto nos permitiría cambiar uno de los peces más pequeños por este otro. Kike y yo poco acostumbrado al buen hacer de los que cambian peces en los concursos, comparamos los dos peces más pequeños a ojo de buen cubero. Absolutamente nada profesional por nuestra parte.

Kike aprovechaba el cambio de peces para hacerse una foto en plan sobrao.

Porque ya se sabe lo que se dice (Gigatron – Privando con la Peña):

Las estrellas del Rock somos así, …

Salimos con tiempo suficiente para el pesaje, ya que no podíamos malograr un cupo como el que llevábamos. Además las últimas horas del concurso con nuestro cupo a cuesta se hicieron muy largas, pues los peces se desorientaban y se daban la vuelta.

Aquí os dejamos el vídeo de nuestra entrada triunfal a la bahía de Puerto Rey con un vivero lleno de peces, aunque algunos había que ayudarlos para mantenerlos en la posición correcta. Ya nos esperamos los comentarios jocosos por el aparente estado del pez que aparece en el vídeo.

Tras pelear con los peces para sacarlos del vivero, Kike subió al muelle de la bahía para dirigirse a la zona de pesaje haciendo una auténtico Camel Trophy. Paco y Cisco venían justo detrás.

Foto Cortesía SONER S.L.

Mientras, yo aparcaba el barco y me unía a la fiesta del furor de la competición. En la siguiente foto se puede apreciar a los equipos Valencia Bass Club en la cola de espera para el pesaje. Kike peleaba con los peces para que nos saltaran fuera de la cesta, hasta que Chus sabiamente nos recomendó taparlos con la bolsa de pesaje.

Kike subía al escenario con un objetivo distinto al de años pasados. Nuestro cupo dió un peso de 6.410kg que nos catapultó al puesto 17º en la primera manga. Fue una gran alegría para los dos y nos hizo disfrutar mucho de éste, nuestro primer día de pesca en Cíjara. Posamos para la posteridad con un Kike ultramotivado al más puro estilo Bassmaster of the Universe.

Foto cortesía SONER S.L.

Por otra parte, Paco y Cisco conseguían otro cupo demostrando que su sexto puesto en el último Encuentro Latino no era una casualidad.

Foto cortesía SONER S.L.

Con este pesaje finalizaba la primera manga de la III Soner Euro Nitro Cup que nos dejaba un excelente sabor de boca con un embalse de Cíjara que nos sorprendió para bien muy gratamente. Las estadísticas no engañan con 65 cupos de 101 barcos, más de 400 kilos de bass y una pieza mayor de 2.430kg. Kike que había hecho una actuación estelar en el día de hoy, se alzó con el título de «Rookie of the Day«.

Tras sacar el barco y montar las cañas para el día siguiente, nos reunimos con nuestro SS alrededor de una mesa y un mapa del tesoro en Casa Cardiel. No faltaron a nuestro alrededor aquellos aficionados al eavesdropping. Tras trazarnos la estrategia para el siguiente día y pasarnos una bolsa de cangrejos SS, volvimos a nuestra morada.

Ya en casa, Kike levantó el teléfono rojo en conexión directa con Carlet (La Ribera – Valencia) para buscar una segunda opinión magistral sobre la jornada de mañana. Después de hablar con su maestro, la estrategia estaba aún más clara si cabe:

Cupo de keepers y a por los gordos.

Así que con la autoestima por la nubes nos fuimos a la cama para optar a lo más alto. Continuará…

Bookmark the permalink.

Comments are closed.