Como cada sábado en plena temporada de Basses, como si de una rutina se tratara, a las 6:30 de la mañana estoy en mi taller esperando a mi compañero Eduardo mas conocido por Lasazzi. Lassazi es el nombre de su nueva empresa en el que sus espectaculares trabajos de tuneado de barcas y fabricar sus propios vinilos, le han hecho bastante conocido. Pero sin más preámbulos vamos a analizar lo que dió de sí este durísimo día de pesca.
Como ya es de costumbre, a las 7:25 de la mañana estabamos ya preparados para vivir otro apasionante dia de pesca en la rampa de Cofrentes, donde saludamos a Jose Luis Sanchez «el Mune» de Albacete con su X5. Cinco minutos después llegó para pescar con él todo un Bassmaster Destroyer «el Chincheta». Tras hablar 10 minutos, nos fuimos a pescar, arrancamos el Mariner y nos dirigimos al primero punto.
Tras 5 minutos de pesca con mi spinner Chimo Baits color chartreusse, sale el primer pez.
Diez minutos más tarde con un HPF crank de OSP color vainilla-chartreusse, otro pez. Esta vez algo más pequeño, pero sobrado de talla.
El día empezo bien, aunque yo sabía que teníamos el tiempo contado, entre la bajada de temperaturas, el tiempo revuelto, y el viento con 25 km/h que tenia previsto en el embalse a partir de las 9 de la mañana. Yo rezaba para que no hiciera viento, pero al final no pudo ser y a las 9:15, como si hubieran tocado la campanilla, el cierzo se apoderaba del embalse con una intensidad que pocas veces he visto así. Los lances incómodos y un frío más bien del mes de febrero hacían presagiar un durísimo día de pesca.
Pero a grandes problemas, grandes soluciones, arrancamos el Mariner de nuevo y nos bajamos al Ral, a buscar finales de recula donde el viento, aunque llegaba, era mucho mas cómodo pescar. Así que de esta manera,como Dios manda, atados y a almorzar unas buenas tortillas y lomico de orza, como no, con una botellica de vino del bueno, a ver si nos calentabamos un poco y nos quitamos la cazadora, aunque al final no fue así en todo el día. Nos pusimos otra vez a ver si les metíamos mano» y así fue, después de sacar alguno de talla, sale uno bueno con un Flapppin Hog a texas.
Aunque el día era terrible, seguimos pescando fieles a mi estilo, machacando centímetro a centímetro esas zonas donde el viento no pegaba y donde podemos pescar cómodos sin padecimientos. Así llego un buen bass de Eduardo, pescado con un vinilo marca de la casa, fabricado por el mismo el día de antes. Sin duda un pez así, da el doble de satisfacción.
Seguimos asi y nos fuimos al prebeton buscando misma ubicacion,sitios resguardados del aire,donde sacamos algunos más en la misma orilla,esta vez a dropshot con lombriz finesse,peces de talla y algun anticrisis que ya van animandose a moverse.
De esta manera y con un vendaval increíble, pensamos que nuestros amigos estarían en el Ral para comer, y así fue. Comimos con ellos tranquilamente, el viento parecía que paraba, pero ni flores, a las 3 de la tarde nos dispusimos de nuevo a la carga pero nada, ni picada, y el viento se intensificaba cada vez más. Así que decidí, despacico, ir marchando hacia Cofrentes. Sabía lo que nos esperaba,una navegación muy complicada y preferí irnos pronto para terminar el día bien y sin sobresaltos.
A la que íbamos por la isla, eso daba miedo del oleaje cuando nos cruzamos con el barquito y plaasssssssssss. Si no quieres caldo, 3 tazas, toda la ola dentro… ¡qué maravilla!… ahora ya mojados, arreamos hacia Cofrentes y sacamos la barca tranquilamente. Cuando llamé a mi novia a las 5 de la tarde y le dije que me voy a casa ya, me respondió: «Hoy no es el día de lo inocentes.» ¿Por qué será?
¡Un saludo y buena pesca!