Open de Lucio

Los pasados 27 y 28 de octubre se celebró la XXIV edición del Open de Lucio, la competición más popular de lucio a nivel nacional que se viene celebrando en el embalse de Orellana. Dicho embalse posee las mejores instalaciones que conozco y es una gozada disfrutar de unos días de pesca en Orellana.

Como es habitual salimos el viernes para llegar antes de la hora que acababa la limpieza de barcos y después nos alojamos en los apartamentos que están al lado y dan una visión privilegiada del embalse de Orellana. Dejamos los trastos en el apartamento y nos fuimos a Acedera para la presentación del evento, degustar el picoteo posterior y aprovechar para hacer promoción de Westin entre los pescadores que allí nos encontramos.

El sorteo de la salida nos deparó salir en la última tanda, pero eso nos permitió observar la distribución de los barcos a lo largo del embalse hasta que llegamos al puente de Casas de Don Pedro. Tras tener numerosas picadas de luciopercas, decimos ir aguas abajo y pescar algunas zonas conocidas de años anteriores.

La primera captura vendría a manos de Miguel con un ShadTeez Slim en 14cm de Westin. No parábamos de ver pez pasto y lucios en la sonda, pero no conseguíamos hacerlos picar.

Finalmente seguimos volviendo hacía la presa para pescar las puntas batidas por el viento, pero el viento ya comenzaba a ser muy molesto y necesitaba montar el ShadTeez con 40 gramos para sentir el contacto con el señuelo. Cuando estaba distraído en la recogida final para lanzar a otro sitio, clavé el segundo lucio de la jornada. Minutos más tarde el tercero que era igual de pequeño también subía al barco.

Probamos otras zonas que nos fueron bien el pasado año, pero nada, ni picada. Volvimos a la zona donde habíamos sacado el segundo y el tercero, y el ShadTeez no falló en completar el cupo.

La vuelta a la rampa de botadura fue todo una odisea. Pasamos el puente de Cogolludo y nos encaramos hacía la rampa cuando las primeras olas de metro me llenaron las gafas de agua. Tuve que levantar la proa y avanzar contra el viento a la velocidad justa para que la ola que rompiera no nos mojara. Así fuimos haciendo navegación de cabotaje y pescando en las reculas protegidas del viento.

Llegamos a la rampa con nuestro cupo de 3 lucietes y uno un poco más grande que nos daría 9.750kg en la báscula.

En este caso era yo quien posaba delante del photocall con nuestras dos mejores capturas.

Pensábamos que el resto de competidores nos habrían pasado por encima, pero estábamos contentos porque habíamos conseguido un cupo. Sin embargo, para nuestra sorpresa, fuimos uno de los 4 cupos en 73 participantes que se consiguieron, lo cual posibilitó que entráramos entre los 5 primeros del Open de Lucio tras la primera manga. Un resultado increíble en un escenario que pescamos de año a año, y ante pescadores de lucio gran conocedores del embalse.

 El domingo salimos en la primera tanda y fuimos a pescar las mismas zonas que habíamos pescado el día anterior. A los pocos lances teníamos las primeras picadas que resultaron ser luciopercas. No dejábamos de ver lucios en la sonda, pero no éramos capaz de hacerlos picar, ni en vertical, ni al lanzado. El tiempo pasaba y no picaban, y para más inri, llegaba el típico barco y nos sacaba uno delante a los pocos lances. Sin embargo, este hecho nos dió la clave que posibilitó la remontada.

Nos fuimos a pescar otras zonas, pero ni picada, así que volvimos a donde habíamos empezado a primera hora. Los lucios seguían allí, y había que hacerlos picar. Así que cambiamos radicalmente la forma en que estábamos pescando y Miguel al segundo lance clavaba y subía al barco el primer lucio de 4 kilos. Era mi turno, montaba un crankbait de profundidad y a los pocos lances tenía la primera picada. Dos o tres lances más tarde clavaba el segundo lucio de 4 kilos que subía al barco y Miguel y yo nos fundíamos en un abrazo. Desafortunadamente este lucio se clavó excesivamente el crankbait, e hizo que no pudiéramos pescar tranquilamente las últimas dos horas de concurso, ya que no paraba de darse la vuelta en el vivero.

En cualquier caso, Miguel presentó los dos lucios a pesaje dando 8 kilos en la báscula, y permitió que sólo bajáramos del puesto 5º al definitivo 8º puesto que conseguimos.

 

    

Tras el pesaje posamos para la posteridad a lomos de la Nitro Force One que volvió a ser de inestimable ayuda.

Ya sólo quedaba disfrutar de nuestra actuación en este XXIV Open de Lucio y recoger el merecido premio en la cena de entrega de trofeos de manos de nuestro amigo Toni de Bass Madrid, club que organiza el Open de Lucio año tras año.

En estas ocasiones uno se debe acordar de los que le han ayudado a conseguir que lleguemos a conseguir un 8º puesto en el Open de Lucio. Primeramente, a Westin Fishing y Garper Fishing en la persona de Jorge García por la confianza depositada en nosotros, y que ahora retornamos esa confianza en forma de resultados. Por supuesto, al mejor club de pesca del mundo, el Valencia Bass, por darnos el contexto para que podamos desarrollar nuestro espíritu competitivo y aprender a superar las dificultades que uno se encuentra durante una competición.  Finalmente y no por ello menos importantes, a mis compañeros de pesca en jornadas de lucio durante todos estos años: mis compañeros de competición Miguel y Javi, nuestro Presi, Emilio, Cristian, Cisco, Vicent, Levi, y algunos más que olvidaré (perdonadme), y que han compartido conmigo sus conocimientos contribuyendo a este pequeño éxito. Gracias, chavales.

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