Todo comenzó con una llamada de David que les habían invitado al SiBass formando equipo Westin con Antonio e Iván de Bass Madrid, pero que su compañero Vicent no podía asistir. Así que me preguntó si me gustaría ir en su lugar. Sin pensármelo mucho y muy agradecido le dije que por supuesto, así empezamos a ir organizando un fin de semana que jamás olvidaremos.
Por mi parte nunca había salido apenas de Valencia, simplemente el hecho de salir fuera de pesca ya era un puntazo y encima con un pescador como David. La diversión estaba asegurada.
Las semanas anteriores fuimos preparando señuelos que allí funcionan mirando mapas, pronósticos meteorológicos etc. Todo los que nos pudiese ayudar para hacer las máximas capturas posibles en un embalse que nunca habíamos visitado.
Pero nuestra mejor baza fue tener allí a Antonio e Iván Sánchez, padre e hijo, con los cuales formaríamos equipo y estuvieron entrenando y localizando zonas calientes. Las llamadas y whatsapps entre David e Iván fluían diariamente y así fuimos cuajando un patrón y una estrategia a seguir.
Así que llegó el día, la competición se desarrollaría los días 10 y 11 de Marzo en el embalse de García Sola, teniendo la posibilidad de desinfectar el barco y entrenar el viernes hasta mediodía.
El jueves a las 14:00h nos veíamos en la nave donde teníamos el barco después de preparar todas las cañas, aparejos y ropa de agua, hicimos una puesta a punto al remolque engrasando rodamientos, hinchando neumáticos, etc. Salimos y sobre las 21:00h estábamos en Sevilleja de la Jara en Toledo, en el hostal Román donde nos encontramos con nuestros compañeros, Iván y Toni.
Nos juntamos para cenar los cuatro después de haber guardado los barco y decidimos, a pesar del mal tiempo que marcaba para el viernes, ir a dar una vuelta por el pantano.
A las 7:00 saliamos del hostal en dirección Valdecaballeros para la desinfección del barco haciendo una parada de rigor en el embalse de Cijara.
Sobre las 8:00h llegamos a la instalaciones donde desinfectaríamos el barco.
Y de allí ya con el traje de agua puesto, ¡por fin echamos el barco al agua!
El viento y el cielo totalmente cerrado ya presagiaba que iba a ser un fin de semana muy movido. Por lo visto la mayoría de pescadores asiduos al embalse se dedica a buscar bolas de alburnos y pescarlas en vertical con pikis de vinilo, jerks etc.
Así que con las indicaciones de nuestro amigo Iván nos dirigimos a un par de zonas y no tardamos en tocar peces en cuestión de dos horas tocamos dos o tres zonas y ya teníamos claro lo que íbamos a hacer y que zonas íbamos a pescar. Dadas las posibilidades de nuestra embarcación, no queríamos ir muy lejos y pasarnos el día navegando.
Sobre las 13:00h ya estábamos sacando la embarcación y nos dirigimos a Castilblanco, un pueblecito muy cerca del pantano donde Toni había reservado sitio para alojarnos el resto de los días y poder guardar las embarcaciones. El lugar fue Casa Carmen, una casa fantástica llena de habitaciones, varias cocinas, un patio y un salón enorme, calefacción por radiadores y una estufa de pellets que calentaba como una locomotora justo lo que necesitábamos para secar ropa después de varios días pescando bajo la lluvia.
Destacar la amabilidad de la dueña muy atenta y cordial con sus inquilinos, dejándonos desayuno en la cocina haciéndonos las camas llenando la estufa de pellets, etc. Justo al lado de la casa teníamos una cochera enorme donde guardar las barcas cargar baterías y preparar los equipos.
Allí preparamos todos los equipos de pesca al detalle entre risas anécdotas de pesca. Se nos echó el tiempo encima y nos fuimos a la carpa que había montado la organización donde se estaba haciendo la inauguración del evento y recogimos nuestras plicas.
Allí nos encontramos con Jorge y después de hacernos unas fotos y agradecerle el habernos llevado allí, nos fuimos de vuelta a Castilblanco a buscar un sitio donde cenar bien e irnos a dormir lo mas pronto posible para estar al 100% en la primera manga.
El lugar elegido fue el Restaurante Los Pescadores donde la especialidad era la carne a la brasa.
Y por fin llegó el día, la salida de los barcos se dividía en cuatro tandas y nosotros salíamos en la última, sabíamos que las zonas donde entrenamos el día anterior estarían ocupadas, pero aun así nos dirigimos cerca de la zona escogida y en la primera punta que vimos libre nos paramos y empezamos a darle tralla a nuestros señuelos. Nada más llegar ya vimos en la sonda un pequeño banco de alburnos con peces alrededor. Ya teníamos algo a favor. No había pasado ni media hora de la salida y ya tenia un pez clavado en mi jerkbait que subió al barco lo mas rápido posible.
Insistimos durante un rato en esa récula y David consiguió tener alguna picada más, pero sin la fortuna de poder subirla al vivero, la actividad se detenía y decidimos cambiar a la récula anterior donde empezamos allí hice un lance pegado a una orilla con piedras y allí estaba el segundo pez.
A los pocos minutos David no fallaba y sacaba otro, al salir de la récula lancé un crankbait a la punta y volvía a tener pez, esta vez un lucio mediano que intente desanzuelar lo mas rápido posible, pero al dar un par de vueltas se enredó en el salabre. Justo en ese momento David clavaba un buen pez y me pedía el salabre. Tuvo que aguantarlo hasta que pude reaccionar, pero por desgracia el pez se soltó.
La rabia se apoderaba de nosotros por unos instantes, pero no desistimos ni un momento y seguimos dándolo todo. Sabíamos que había actividad y que no iba a durar todo el día, cambiamos a la siguiente récula que teníamos a continuación y nada más llegar, David hizo un cambio de señuelo, primer lance y ¡pum!, otro pez. Esta vez el salabre estaba bien preparado y subió rápidamente al barco aun no había metido el pez en el vivero cuando David al segundo lance me dice: ¡otro! No daba abasto con el salabre, metí el pez en el vivero y salabré el otro en poco más de 1 hora teníamos 4 peces en el vivero y habíamos perdido otro. Sin duda las cosas nos estaban saliendo bien.
Estábamos pletóricos, era poco más de las 13:00h y ¡ya teníamos cupo!
Nos movimos por más zonas parecidas pescando más lento, intentando localizar algún banco de alburnos. Probamos varias técnicas, varias zonas pero la actividad era nula hasta que llegamos a una pequeña recula donde estaba entrando agua. Los swimbaits de vinilo de Westin era una de las cosas que nos faltaban por probar. Monté uno con una cabeza plomada de 10g y lancé al final de la recula manejándolo lentamente clave un bass que pudimos cambiar por uno de nuestro vivero y así mejorar nuestra puntuación.
Allí nos encontramos con nuestros compañeros Ivan y Toni que también habían pescado. Habían conseguido 4 capturas, estábamos contentos porque todos habíamos tocado escama, sólo faltaba ver la clasificación.
Ya el tiempo se nos echó encima y nos dirigimos al pesaje más que satisfechos.
Sacamos los barcos y nos fuimos a la casa. Guardamos los barcos, los pusimos a escurrir y fue cuando nos enteramos que David y yo íbamos en la posición 20, e Ivan y Toni en la 25. Estábamos más que contentos habíamos pasado un día duro pescando bajo la lluvia y el viento, y estar entre los 30 primeros era todo un logro.
Después de una buena ducha caliente nos fuimos a cenar con Jorge y a celebrar nuestra buena posición en esta primera manga.
Después de una agradable cena entre risas y experiencias de pesca, celebramos el cumple de Iván. Que mejor manera que celebrar su cumpleaños al lado de su padre haciendo lo que más le gusta y encima haciendo un excelente papel en una competición coma la SiBass. Después de la tarta y alguna copa nos fuimos para la casa a dormir y recuperar fuerzas para el domingo.
La ultima manga se presentaba durísima, rachas de viento fortísimas azotarían durante todo el dia. Esta vez salíamos en la primera manga,la idea dadas nuestras posibilidades era ir a las mismas zonas donde pescamos el sábado e intentar hacer algún pez para como mínimo aguantarnos en la posición que estábamos.
El viento y el oleaje a las 8:00 de la mañana era considerable, hubo gente que ni si quiera se arriesgó a echar los barcos, otros a los pocos minutos de la salida se dieron la vuelta arrepentidos y sacaban los barcos.
Nosotros intentamos cruzar hasta la zona elegida pero nos fue imposible, sólo los barcos con grandes motorizaciones podían surcar las olas y llegar a sus zonas.
Tuve que parar el barco a los pocos segundos después de la salida ya que nos faltó muy poco para volcar nos pusimos a cobijo en la primera recula que vimos justo enfrente de la zona de salida.
Allí decidimos esperar a que salieran todos los barcos y que se calmara un poco el agua.
David no perdía el tiempo y con un swimbait de Westin a los pocos lances sacaba esta belleza de lucio extremeño.
Al ver actividad decidimos quedarnos en esa recula, pero allí no había ningún bass y decidimos movernos a nuestra zona.
Conforme pudimos yendo despacio y surfeando literalmente por encima de las olas llegamos a al sitio. Todas las zonas donde pescamos el día anterior estaban ocupadas, la gente se había metido dentro de las reculas y no se movía.
Decidimos ir a otra zona del embalse donde el viernes en los entrenamientos hicimos un pez, pero allí estaba el agua totalmente chocolate, había estado lloviendo muchísimo y estaba entrando agua al pantano por todos lados.
Aun así decidimos pescarla como pudimos, el viento incluso dentro de las reculas imposilitaba la pesca, así que yo me puse a manejar el motor de explosión y David haciendo orilla.
No había manera, probamos todo lo que pudimos, cambiamos a varias zonas, pero por momentos era imposible mantenerse en pie. Sabíamos que con solo un par de peces un día como este estaríamos en muy buen lugar y mejoraríamos nuestra posición, pero después de pasar una mañana infernal y estar apunto de naufragar, desistimos y sobre la 13:00h nos dirigimos a la rampa para sacar la embarcación.
Allí nos encontramos con Jorge y al poco tiempo también salían del agua Toni e Ivan, que también lo pasaron fatal.
Vimos que más de la mitad de los barcos ya ni estaban, la gente nos comentaba que había habido bastantes problemas, muchas cañas al agua en las salidas, cosas rotas, incluso un barco partió la dirección cayendo al agua la gente.
Un desastre en todos los aspectos, nosotros hicimos todo lo que pudimos y llegamos a la conclusión que haber salido fue la elección mas acertada
Allí Jorge nos invitaba a pasar a la carpa donde estaba la gente de la organización donde comimos una caldereta de cordero que casi se me saltan las lágrimas de lo buena que estaba, un buen plato de caliente y un café era justo lo que necesitábamos después de un día tan duro.
Y con esto llegó el fin de la aventura.
Agradecer a Jorge por portarse tan bien con nosotros, y sobre todo a nuestras mujeres Antonia y Dolores por comprender nuestra pasión y no habernos cambiado la cerradura de la puerta de casa.
También agradecer a Antonio e Ivan Sánchez de Bass Madrid por enseñarnos el pantano y ayudarnos con las zonas, señuelos, etc., sin ellos esto no hubiera sido lo mismo.
Espero podamos repetir pronto, un abrazo a todos.